La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha inaugurado esta mañana el primer tramo desdoblado de la futura autovía A-2 en Girona. El tramo, de más de ocho kilómetros de longitud, se extiende entre Caldes de Malavella y el Aeropuerto Girona-Costa Brava, y entre este aeropuerto y Fornells de la Selva, y ha supuesto uno inversión de 48,5 millones de euros.

Durante el acto de inauguración, marcado por la poca presencia institucional, Álvarez ha evitado hacer referencia al retraso que han acumulado los trabajos, unas obras que se han alargado durante cuatro años.

De los cinco municipios afectados por estas obras, sólo acudieron a la inauguración el alcalde de Vilobí d'Onyar, Joan Busquets; el de Aiguaviva, Secundino López, y el de Caldes de Malavella, Joan Colomer. No asistieron los de Riudellots de la Selva, Montserrat Roure, y de Fornells de la Selva, Gabriel Casas.

Al acto también asistió el delegado del Gobierno en Girona, Francesc Francisco Busquets, y, en representación de la Generalitat, el secretario de Movilidad, Manel Nadal. Sobre las ausencias de los dos alcaldes, Nadal dijo que los que tienen "sentido institucional" han tenido "la gratitud de venir", mientras "hay alcaldes a quienes les mueve más el resentimiento político y no han estado aquí".

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