Los fiscales de la provincia de Valencia van de cráneo. Hay 105 para 156 juzgados (para esa misma cantidad hay 255 jueces y magistrados) y no siempre pueden acudir a despachar con los jueces si un detenido queda libre o ingresa en prisión, según la Fiscalía. Esto ocurre sobre todo en las guardias de fines de semana y festivos. Cuando un mismo fiscal tiene que cubrir más de un partido judicial (algo así como la demarcación de cada juzgado), no queda más remedio que colgarse del teléfono. Así, el juez explica al fiscal el caso (se aplica a los menos graves) y ambos dirimen telemáticamente si el detenido acabará con sus huesos en prisión o no. En caso afirmativo, juez y fiscal se reúnen. Si no, cuelgan, y a otra cosa, y a otro caso.
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