«Hace un año tuvimos un presupuesto aprobado de 63 millones de las antiguas pesetas para que se construyera un nuevo centro de trabajo. Las obras deberían haber empezado en enero». Son las quejas de los 19 trabajadores (12 hombres y 7 mujeres), que se encargan del parque Amate, sobre las dependencias en las que tienen que desarrollar parte de su labor. Las caracolas fueron colocadas en el parque de manera provisional. «Pero la provisionalidad ha superado los diez años –aseguran los sindicatos– y los trabajadores sufren malas condiciones de higiene en duchas y servicios, suelos hundidos (de hecho, ya ha habido un accidente), se filtra el agua cuando llueve... el edificio está podrido y los políticos no hacen nada», aseguran.
Los primeros estudios de técnicos del Ayuntamiento que relatan ya deficiencias datan de 1995. «Antes, al menos, teníamos presupuesto anual para pequeñas reparaciones, pero en 2005, el primero en el que depende de Mantenimiento de edificios, no nos llega nada», protestan.
Inspección de Trabajo ha hecho un requerimiento al Consistorio, los sindicatos han denunciado el caso en el juzgado y los empleados amenazan con movilizarse. Al menos, el aire acondicionado funciona.
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