José Enrique Abuín Gey, el detenido por un intento de secuestro de una joven este lunes en Boiro (A Coruña) y autor confeso de la muerte de Diana Quer, es un vecino de Rianxo de 41 años que en sus redes sociales se muestra como aficionado al 'running', aunque en el último año una intervención en el hombro le había impedido correr tanto como antaño.

El Chicle está casado y tiene una hija menor de edad. Trabajaba en una conservera de mejillones.

Al parecer, el hombre vivía en una vivienda unifamiliar, de color verde, en Rianxo, y tenía un Alfa Romeo familiar gris, en el que presuntamente intentó secuestrar a una joven de Boiro. Los gritos de la chica alertaron a dos viandantes que acudieron a socorrerla. Todos identificaron al ahora detenido.

En su perfil de Facebook, el sospechoso aparece en varias imágenes junto a su mujer, que también está investigada pero sobre la que no pesan medidas cautelares. Les acompaña su hija. En las más recientes se le ve soplando unas velas de 41 cumpleaños. En unas fotos tomadas solo nueve días antes de la desaparición de Diana Quer se le ve pintando de verde las paredes exteriores de su domicilio.

Según ha confirmado la Guardia Civil, Abuín fue imputado por un delito de tráfico de cocaína, dentro de una investigación, la 'operación Piñata', en la que fueron detenidos varios traficantes. De él se dice que trasladó en su vehículo dos kilos de droga.

Según informa El País , era un correo de los narcos, más concretamente del clan de Os Fanchos, del que que fue expulsado por traidor. Hace diez años encontraron 19 kilos de cocaína en un registro en casa de sus padres. Fue condenado a 300.000 euros y dos años y seis meses de cárcel. 

También estuvo en otro juicio del que fue absuelto por lesiones a otro hombre con un bate de beisbol y un estilete a la puerta de una discoteca.

Además, fue denunciado por violación por su cuñada, gemela de su esposa, en 2005.  La agredida era por entonces menor de edad y el Chicle llegó a estar en prisión provisional, aunque finalmente se retiró la denuncia y quedó libre de culpa.