Cuidado con las uvas, el turrón y los regalos esta Navidad, pueden ser objeto de atragantamiento

Estamos en plenas fechas navideñas, días de tradición, reuniones familiares, y con ello, grandes comilonas: cordero, langostinos, mazapanes y turrones ocupan un lugar privilegiado en el centro de la mesa. Pero, de cara al último día del año, no podemos olvidarnos de las uvas, las 12 de la suerte que hay que comerse en tan solo 36 segundos (una cada tres). Un tiempo mínimo que, en algunos casos, puede pasar factura en forma de atragantamiento.

Por este riesgo, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello aconseja no dar de comer las uvas enteras -con piel y pepitas- en Nochevieja a los niños menores de cinco años o, en su defecto, modificar su forma. Es decir, cortarlas en varios trozos, quitarle la piel y las pepitas para de esta forma evitar un episodio de aspiración o asfixia.

Y es que las uvas tienen un diámetro perfecto para obstruir las vías aéreas, "son frutas ovaladas, relativamente moldeables y con una piel suave y resbaladiza, por lo que puede deslizarse en la boca del niño de forma involuntaria, sin ser masticada, y actuar como tapón, impidiendo la respiración", asegura el vicesecretario general de dicho organismo, Raimundo Gutiérrez Fonseca. Entonces, estas puede provocar una obstrucción en las vías respiratorias y, si no se actúa de forma rápida, "puede llegar a provocar la muerte".

La semana pasada 20minutos adelantó esta tan desconocida realidad: hay un fallecimiento por atragantamiento cada seis horas en nuestro país. Tanto es así que los atragantamientos causaron el pasado año más de 1.400 muertes en España, siendo unas de las principales causas de muerte evitable. Pero, no solo las uvas son los grandes responsables de estos accidentes durante la Navidad hay otros como los frutos secos (primera causa de atragantamiento infantil), los juguetes o los globos, todos muy representativos estos días.

"No hay que dar a los menores de cinco años frutos secos (en turrones, dulces...); hay que manterner a los niños y mayores supervisados en todo momento; los juguetes deben estar adaptados a la edad de quienes los reciben y si juegan con otros, estar atentos a sus pasos; evitar que los niños no juegen con globos porque si se pinchan también se pueden atragantar con ellos; no dejar al alcance de los menores pilas de botón; tener cuidado con las palomitas de maíz si se ven películas en familia; no dar uvas o perritos calientes, entre otras cosas, a no ser que sean en cachitos pequeños; y hay que estar incluso atentos a las bombillas de las luces que decoran los árboles". Estas son las recomendaciones que hace la médica Nuria Canis para este periódico.

"Hablar mientras se come, engullir y no masticar bien los alimentos" son otras de las causas de los atragantamientos, según Canis. Esta profesional sanitaria asegura además que, durante la navidad, y especialmente en Nochevieja, "en Urgencias siempre hay más ajetreo, y más por episodios de atragantamiento", pese a que los servicios de emergencia también suelen estar colapsados en estas fechas por otras dolencias dispares.

También desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) hacen una recomendación más: evitar beber el champán con el anillo de oro en el interior de la copa, ya que —informan— se han dado varios casos de atragantamiento por culpa de esta tradición. Y es que todos estamos expuestos a sufrir un ahogamiento por un cuerpo extraño, aunque los más pequeños, las personas mayores y quienes padezcan alguna enfermedad, trastorno u otra condición relacionada con la salud, sean los colectivos más vulnerables.

También "el tiempo es esencial cuando una persona se está ahogando", tanto que a falta de suministro de oxígeno entre cuatro y seis minutos puede acarrear posibles daños cerebrales y si ese tiempo se excede hasta los 10 o los supera, una probable muerte cerebral. En la inmensa mayoría de los casos, los servicios de emergencias tardan en llegar más de 4 minutos. Sin embargo una empresa de Carolina del Norte (EE UU) ha creado un aparato llamado Dechoker que puede localizarse fácilmente dentro de cualquier botiquín de primeros auxilios y está creado para que su uso sea inmediato.

"Está hecho para ser accesible, para tenerlo en casa o en el comedor del colegio, por ejemplo, y en España ya se han registrado varios casos en los que ha salvado vidas", asegura Nuria Canis. En nuestro país los servicios de Samur y Protección Civil están interesados en introducir Dechoker en sus protocolos de emergencias y entidades como Lufthansa, Mercedes Benz, Audi, BMW, Nestlé, Coca-Cola y Shell ya lo han incluido en los centros de trabajo, así como la Casa Blanca, el Servicio Secreto, el Capitolio y el Air Force One, aseguran desde Dechoker Spain en su página web.

Estos además reconocen que, como primeros auxilios "conocer la maniobra Heimlich ayuda", sin embargo "requiere de fuerza, tamaño y habilidades precisas por parte de la persona que va a efectuar el método. También se puede llevar a cabo una traqueotomía, intervención no tan sencilla que puede dar lugar a lesiones permanentes". Y es que Dechoker puede utilizarse para salvar vidas en cualquier sitio y —como aseguran sus fabricantes— "es la respuesta sensata" a un posible ahogamiento por un cuerpo extraño.

Esta empresa estadounidense también ha pensado en todos los colectivos y ha sacado a la venta máquinas de tres tamaños diferentes. Hay instrumentos para adultos y jóvenes de más de 12 años, para niños de entre 12 y 5 años, y otros diseños creados específicamente para ayudar a salvar la vida de un niño de entre 1 y 5 años de edad porque "el diámetro de las vías respiratorias de un niño pequeño es casi como el de una pajita".

No obstante, Dechoker tampoco debería utilizarse en niños menores de un año, aunque al contrario de la maniobra de Heimlich sí se puede emplear en personas obesas o embarazadas. Su uso es sencillo y no requiere demasiada formación ya que incluye un folleto con las intrucciones detalladas paso a paso. Por lo que cualquiera puede evitar un atragantamiento siguiendo los preceptos: