La oposición al completo ha tumbado las cuentas que ha presentado el alcalde Francisco Guarido y le ha emplazado a "mejorar" el documento de cara a la próxima sesión, que habrá de celebrarse en un plazo máximo de dos meses.
El regidor, por su parte, no ha mostrado intención de modificar el proyecto y ha dejado sobre la mesa la utilización de una cuestión de confianza para salvar la situación.
El bipartito IU-PSOE, que gobierna en minoría con doce concejales, había contado siempre con el apoyo de los dos ediles de Ciudadanos y la concejala no adscrita
Cruz Lucas, para sacar adelante sus proyectos. Siempre, hasta este viernes ya que estos tres concejales han decidido votar en contra del proyecto de presupuestos para el próximo año.
El portavoz de Ciudadanos, Francisco José Requejo, ha asegurado que se trata de una medida en pro de un mayor diálogo de cara al futuro. "Lo que ha hecho este equipo de Gobierno ha sido sobrepasar la confianza que hasta el momento le habíamos depositado; ha pasado por encima de la negociación y del consenso, pero nosotros tenemos una serie de líneas rojas que no se van a traspasar", ha declarado.
Cruz Lucas, concejala no adscrita a grupo tras abandonar el PSOE en el verano de 2015, se ha manifestado en el mismo sentido. "Se trata de un presupuesto elaborado de manera unilateral sin contar con nadie" a lo que ha añadido que los único que
piden " con este tirón de orejas es que cuente con el resto de concejales" que forman parte de la Corporación.
Por su parte, el alcalde, Francisco Guarido, se ha mostrado tajante con lo ocurrido y ha lanzado un mensaje a la oposición. "Lo que ocurre ahora es que entramos en un callejón sin salida. Nosotros vamos a presentar el mismo presupuesto en un plazo de dos meses y las opciones son aprobarlo o plantear una moción de censura por parte de quien esté en contra".
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