Niños 'hiperregalados', cómo lidiar con la sobreabundancia de regalos en Navidad y Reyes

Un niño con sus regalos de Reyes.
Un niño con sus regalos de Reyes.
GTRES
Un niño con sus regalos de Reyes.

"Mi hijo mayor fue el primer nieto y había para él una cantidad ingente de regalos. Pasó que cuando llevaba siete u ocho abiertos, dijo que no tenía ganas de abrir más", cuenta Estoesparauna, una conocida bloguera sobre temas de maternidad, madre de un niño de siete años y de dos gemelos de tres años.  Es algo que se repite en muchos hogares la mañana de Navidad y la del día de los Reyes Magos. Niños que despiertan para abrir un paquete tras otro aún en pijama, que van de peregrinaje por distintas casas recibiendo más, que vuelven con tantos regalos que ni siquiera recuerdan bien todo lo que han recibido y en qué casa.

La psicóloga Alicia Banderas es autora de tres libros, entre ellos Niños sobreestimulados y del decálogo #JuegaConEllos. Recuerda que se ha acuñado un término para ellos: "Son los niños 'hiperregalados' que reciben demasiados regalos por distintos motivos: para suplir el tiempo que no podemos dedicarles, como muestras de afecto mal entendidas, para darles lo que en su infancia no tuvieron...".

Es en estas fechas en las que los niños reciben el grueso de todos los regalos que les llegarán en el año. Según el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, "entre el 70 y 75% del consumo de juguetes se concentra en la campaña de Navidad". Pastor destaca la gran diferencia entre los ocho juguetes de media que recibe un niño español al año, concentrados en el periodo navideño, y los 30 que puede recibir un niño en el Reino Unido. "Teniendo pocos para todo el año, tienen muchos para una única noche. Y con eso les hacemos un flaco favor".  Según el presidente de la patronal juguetera, es algo vinculado al concepto de juguete como regalo que se maneja en este país, "el juguete pierde su papel de facilitador del juego del niño, para ser solo un regalo de Navidad".

Esta concentración es algo que los expertos consideran contraproducente. Sonia López es madre de dos niños de 12 y de 10 años, maestra, psicopedagoga y formadora de familias: "Pierden la ilusión del regalo. Tienen de todo y no valoran nunca nada". López habla también de niños para los que esto hace que "nunca nada sea suficiente" .

Banderas va más allá: "A un niño que crece con todo le estamos dando un mensaje antinatural.  Los demás no van a cubrir siempre sus expectativas como ahora sus padres, cuando obtenga negativas va a entrar en un conflicto. La sociedad o la naturaleza en el futuro no le va poder dar todo. Va a ser un niño lleno de insatisfacciones. Y matamos su motivación para obtener sus metas".

Cada vez más familias con límites

Por eso cada vez hay más familias que imponen distintos tipos de reglas para intentar limitar la sobreabundancia de regalos. Es el caso de Estoesparauna: "Empezamos a tomar medidas el año pasado porque se nos iba de madre. Oficialmente reciben dos por cada evento gordo, el 25 de diciembre y en Reyes. En nuestra casa no tienen nada y cuando se levantan tienen la ilusión de ir a casa de los abuelos a ver qué han traído. Mi hermana y mi cuñado participan con mis padres. En casa de mi marido que son muchos, también van todos juntos en un mismo regalo. Así, si el mayor quiere por ejemplo el Halcón milenario de Lego, que es un regalo caro, entre todos es muy fácil.  Fuera de esto siempre hay gente  que se te escapa y les regala algo, pero nosotros administramos si se lo damos en ese momento o más tarde".

También hay límites en el hogar de Sonia López: "Nosotros lo tenemos limitado a un máximo de cuatro regalos. Uno está relacionado con la práctica deportiva. Es fácil porque ambos hacen deporte y en familia también practicamos. Otro tiene que ser solidario, lo que piden irá donado a un centro de la Cruz Roja con el que colaboramos; mi marido se disfrazaba de rey mago para ellos.  Cuando eran más pequeños les explicábamos que les pedíamos un favor a los reyes, que le entregase ese juguete a un niño que no tenía nuestra suerte. En nuestra casa les regalamos una actividad familiar, algo que no es material y es una sorpresa, y que  es lo que más ilusión les hace. Y siempre hay algún libro; los libros no cuentan en esas limitaciones ".

En el caso de Jennifer Quintanilla, madre de un niño de tres años y autora del blog MamáINperfecta, los límites son económicos. Procura que no alcancen un precio excesivo, "porque a los niños les hace ilusión un coche, pero no tiene que ser el de 100 euros del catálogo, uno de 15 les puede hacer la misma ilusión". ¿Y si el niño tiene el empeño en un juguete en concreto que es más caro.  "Si es un regalo más grande lo compramos entre varios, como este año, que  quería mucho un Dinotrux".

La psicóloga Alicia Banderas recomienda que "cuando escriban la carta, lo hagan con ellos para educar en valores, que sepan que, aunque sean mágicos no pueden traerlo todo. Y que no cumplan esa lista como si fuera la de la compra. Es importante entender que no hay obligación de satisfacerlo todo, tampoco de traer solo lo que hay en la lista.  Yo recomiendo que haya un regalo que no sea lo esperado por los niños. y que llegue siempre todo lo que se espera. Son dos oportunidades para educar en valores maravillosas. Los padres temen que haya una desilusión ese día, pero ese temor no educa".

Si hay exceso de regalos, a guardar y dosificar

Pero no siempre es fácil que esas normas se respeten. "La base para poder hacerlo es que encuentres colaboración", explica Sonia López, porque a veces es a los adultos a los que más les gusta regalar, "a veces es difícil incluso ponerse de acuerdo con la pareja. Es un hándicap grande que no haya acuerdo. Suelen los mayores los que te dicen: "¿No crees que es poco?".  En nuestra casa hubo un año que solo hubo como regalo la bicicleta y el casco, que ya era de niño más mayor y más cara, porque la usamos mucho y la queríamos buena. Pero si es lo que han pedido, es lo suficiente".

"Es complicado, depende mucho de la propia idiosincrasia de cada familia, pero afortunadamente estamos más concienciados. Cuando se habla de disminuir la abundancia, a lo mejor no se llega al ideal, pero sí que se puede rebajar", añade la psicóloga Alicia Banderas.

Jennifer Quintanilla explica que "a los tíos y abuelos no les puedes decir que no le regalen nada porque les hace mucha ilusión, así que dividimos los regalos entre Papá Noel y los Reyes Magos, para que reciba unos poquitos un día y otros, otro día". El hijo de Jennifer  recibe unos 8 o 9 regalos en estas fechas. Su madre también lleva a cabo un viejo truco, frecuente en muchos hogares, el de guardar regalos y sacarlos a lo largo del año.

Precisamente dosificar los regalos a lo largo del año es una de las recomendaciones que destaca Banderas. " Poner límites a un abuelo a veces es muy difícil. Hay veces que puedes hacer, pero otras te vas a encontrar que no lo consigues. En esos casos, lo mejor es dosificarlos. Así va a tener la novedad y el estímulo sin saturarse".

¿Y cómo se toman los niños que haya límites? " Para los niños es muy natural", explica la psicopedagoga Sonia López, que simplemente recomienda hablar con los niños, explicarles las cosas de manera que las puedan entender según su edad.

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