Un juez alerta del fenómeno de ancianos que mueren solos y tardan días en ser encontrados

Operarios de la Policía retiran el cadáver de una mujer en Madrid.
Operarios de la Policía retiran el cadáver de una mujer en Madrid.
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Operarios de la Policía retiran el cadáver de una mujer en Madrid.

En Japón ya les han puesto un nombre: 'kodokushi'. El término sirve para describir a los ancianos que mueren solos en sus casas sin que ni familiares ni vecinos se percaten durante días o semanas. El fenómeno es creciente en muchas sociedades, principalmente urbanas, en las que la esperanza de vida es cada vez mayor y las personas viven más tiempo de manera autónoma, pero para algunos supone un signo de deshumanización de las relaciones.

Este martes el que fuera portavoz nacional de Jueces para la Democracia, el magistrado Joaquim Bosch Grau, publicó un tuit precisamente sobre los 'kodokushi' patrios. "Cada vez me pasa más, como juez de guardia, encontrarme con cadáveres de ancianos que llevan muchos días muertos, en avanzado estado de descomposición. No sé si está fallando la intervención social o los lazos familiares. Pero indica el tipo de sociedad hacia el que nos dirigimos".

El tuit del juez se ha vuelto viral —con más de 14.000 retuiteos y 12.000 'me gustas'— y no pocos son los comentarios que ratifican y lamentan el creciente fenómeno de ancianos muertos en sus propias casas y de forma natural a los que se tarda días, meses e incluso años en localizar.

El caso más sorprendente de cuantos han salido en las noticias este año es el de un hombre que fue hallado en noviembre "momificado" y que podría llevar hasta cuatro años fallecido sin que nadie a su alrededor lo detectara. Fue el diario El Mundo el que publicó que el hallazgo se produjo cuando un secretario judicial iba a proceder a su desahucio por el impago de las letras de su casa.

Eso ocurrió el mes pasado, en noviembre, pero las noticias locales dan cuenta de un goteo constante de ancianos hallados muertos y solos en sus domicilios, ya sea en junio en Sevilla, en el mes de julio en Soria o en agosto en Palma de Mallorca.

Entre los comentarios al tuit del juez Bosch, cabe destacar el de un bombero. "Son los servicios de los que más duelen. El desamparo y abandono, mientras tiene las fotos de 'su familia' en la mesita de entrada. Mucha pena". O el de un funerario que suscribe palabra por palabra el comentario. Ya el año pasado los forenses gallegos alertaron del fenómeno de los que mueren solos en casa.

La mayoría de los comentarios en respuesta a la denuncia del juez aluden a las dificultades para la conciliación entre sus obligaciones laborales y el cuidado de los mayores, así como a los fallos en la disposición de ayudas a la dependencia. Algunos, sin embargo, consideran que es un fenómeno normal en sociedades modernas, con una población cada vez más envejecida, pero también más autónoma hasta edades avanzadas. Al juez Bosch este argumento no termina de convencerle: "En todo caso, no me convence el argumento de que esta situación es propia de las sociedades modernas. Conozco bien Dinamarca y allá todavía hay más personas ancianas que viven solas. Pero las instituciones estatales aportan mecanismos de protección y esto no ocurre".

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