El 2017 tiene una "probabilidad alta de ser extremadamente cálido", ya que los datos provisionales que ha publicado este miércoles la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lo sitúan junto a 2016, como el tercer año más cálido desde 1941, solo por detrás de 2014 y 2015. Así, los cuatro últimos años han sido los más cálidos registrados en la Comunitat en este siglo.

La precipitación acumulada en 2017 (hasta el día 20 de diciembre) ha sido 367.7 l/m2, que es un 28% inferior que la del promedio climático del periodo 1981-2010 (508.7 l/m2) y califican al año 2017 como seco.

El episodio más destacado en 2017 fue el de los días 18 al 21 de enero; en ese temporal se acumuló un tercio del total de la precipitación anual. Hay zonas del litoral de Castellón y norte de Alicante en las que lo acumulado en aquellos días supone más de la mitad del total de 2017.

Salvo una pequeña franja de territorio entre las comarcas alicantinas del Vinalopó Mitjà, L'Alacantí y la Marina Baixa, que presentan superávit pluviométrico, en el resto del territorio el acumulado de 2017 es inferior al promedio normal anual.

El mayor déficit se observa en localidades del Baix Maestrat (Castellón), donde el acumulado de 2017 (hasta el día 20 de diciembre) es un 49% inferior a lo normal. Esta situación es parecida en l'Alt Maestrat y els Ports en Castellón, con un 45% y un 41% menos, así como en la Ribera Baixa, en Valencia, con otro 41% menos de lo habitual.

EL OTOÑO MÁS SECO DESDE 1981

El otoño de 2017 ha sido el más seco desde 1981 en la Comunitat Valenciana, con una precipitación un 82% inferior a la del promedio climático del período 1981-2010 y ha registrado unas temperaturas cálidas, que han superado en 0,5 grados centígrados el promedio.

Según datos de Aemet, en otoño hubo un gran periodo de temperaturas superiores a lo normal desde final de septiembre hasta principios de noviembre, mientras que en ese mismo mes se registraron varios picos de temperaturas frías. En las primeras semanas de diciembre, ha predominado el ambiente frío.

En los últimos tres cuartos de siglo, desde 1941, sólo hay dos precedentes de un trimestre otoñal tan seco como el de 2017: el otoño de 1981 y el otoño de 1954. El otoño de 1981 tuvo una precipitación ligeramente inferior a la del otoño de 2017.

Desde Aemet han explicado que todo el territorio presenta déficit pluviométrico en otoño y en un 80% de la Comunitat no ha llovido ni una cuarta parte del normal trimestral. Incluso hay zonas de las provincias de Castellón y Valencia en las que la precipitación acumulada no llega al 10% del promedio climático.

La causa primaria de la casi total ausencia de lluvia en el trimestre hay que buscarla en la configuración atmosférica que ha predominado durante el otoño de 2017.

Así, han explicado que hay un anticiclón de bloqueo semipermanente en el Atlántico norte, cerca del noroeste de la Península, mucho más reforzado de lo habitual en estas fechas y con su centro desplazado hacia el este, y que ha impedido la circulación de bajas presiones por el sur de la Península.

De hecho, han explicado que hubo anomalías de presión superiores a +4 hPa, lo que es indicativo de la "gran persistencia que ha tenido el bloqueo anticiclónico en el pasado otoño".