Los dos domicilios contiguos se habían habilitado únicamente para el cultivo de marihuana, que estaba en avanzado estado de crecimiento y floración, según ha detallado en una nota el Cuerpo Nacional de Policía.

Los agentes iniciaron las investigaciones cuando recibieron una información sobre la existencia de esta actividad ilícita en estas casas en las que efectuaron un registro en el marco de un dispositivo en que participaron los policías del Grupo de Pequeño Tráfico de la Brigada Provincial de Policía Judicial y agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) para dar seguridad a la intervención.

Finalizado el dispositivo, se intervinieron 551 plantas de marihuana en avanzado estado de crecimiento, distribuidas en cinco habitaciones, dos de ellas situadas en la primera vivienda, en la que también observaron otras dos habitaciones con restos de plantas que ya habrían sido cortadas y tres habitaciones en la segunda vivienda. También localizaron todo el utillaje necesario para favorecer su cultivo y crecimiento, quedando desmanteladas las estructuras.

Las dos viviendas se encontraban conectadas de manera fraudulenta a la red pública de electricidad mediante un entramado de cables y transformadores, sin pasar por el contador de la compañía de suministro, por lo que también se les atribuye la autoría de un delito de defraudación de fluido eléctrico.