Los hechos sucedieron en octubre de 2013. Según se considera probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado entró en el local con la intención de robar, junto con otra persona sin identificar; mientras que un tercero esperaba en la puerta.
Así, llevaban un destornillador y una escopeta de cañones recortados, armas que mostraron "con ánimo intimidatorio", gritando "esto es un atraco, no te muevas" y dirigiéndose al dueño del establecimiento, indica la resolución.
El propietario se dirigió a los atacantes con un taburete para intentar echarlos, a lo que el acusado y la otra persona "respondieron golpeándole con puñetazos y patadas por todo el cuerpo y tirándole al suelo", señala la Sala.
Además, según la sentencia, con el destornillador, el acusado fracturó la caja registradora, que tenía unos 300 euros; y la máquina tragaperras, que también tenía dinero, apropiándose de ambas cantidades.
Para el Tribunal, se trata de un delito de robo con violencia y de otro de lesiones, por los que condena al acusado a la pena de cinco años y medio de prisión y a que indemnice al propietario del establecimiento con 5.800 euros por las lesiones, las secuelas, los daños en el establecimiento y el dinero robado.
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