Si hace diez años un profesor dedicaba unos diez minutos de su clase para crear un clima de estudio, hoy el mismo docente necesita al menos media hora.

 

En cuanto a la violencia física, la cifra se duplica en tan sólo cuatro años. En 2001, el 10% de los centros habían sido escenario de alguna agresión, un porcentaje que se sitúa en el 20% en 2005. Además, el 80% de los colegios reconocen que sufren destrozos de material docente e incluso en los vehículos de profesores, «sobre todo en época de exámenes».

 

Los docentes, sin embargo, no son los únicos sufridores de la violencia en las aulas. Uno de cada cuatro colegios reconoce que las agresiones físicas entre alumnos es algo habitual, y más de la mitad confirma la existencia de amenazas e insultos entre los alumnos.

 

 

Alumnos.- Bajar la ratio de 30 estudiantes por aula y centros más pequeños.

 

Preparación.- Formar a los profesores para que puedan enfrentarse a las nuevas situaciones.

 

Nuevos.- Creación de figuras como la del mediador escolar.

 

Información.- Campañas que dignifiquen la figura del profesor.

 

Unión.- Colaboración entre todos los sectores.

 

 

La situación de violencia que viven los colegios es, según Comisiones Obreras, «un reflejo de la sociedad, donde las reglas cambian muy rápido y todo se carga sobre los colegios cuando no hay ni personal ni medios suficientes para atender todos los problemas». Antonio Sierra, secretario general de enseñanza del sindicato, denunció «el desamparo de los profesores» y pidió que «las administraciones se presenten como acusación particular en los casos de agresión».