La luz, el mar y la desertización son algunos de los elementos que centran la muestra “Beulas. El despojo de la naturaleza”, que se puede ver en el Museo de Arte de Girona hasta el mes de febrero del 2008.

La pintura de Josep Beulas, nacido en Santa Coloma de Farners en 1921, permite hablar de un “despojo”, de un “camino pausado hacia aquello esencial”, tal y como explica la comisaria de la exposición, Imma Prieto.

Se estructura en 5 salas y contiene una treintena de cuadros. El recorrido se inicia con un poema que Salvador Espriu dedicó al pintor “Escultant la pintura de Beulas” y acaba con el “Cante espiritual” de Maragall, precisamente una manera de reflejar una unión entre la poesía y la pintura muy presente en la obra de Beulas.

“Yo pinto lo que vivo”, afirma Josep Beulas, y esta afirmación define, en parte, la esencia de su pintura. Una pintura que él mismo explica que se basa en un conocimiento muy profundo de las cosas, de los paisajes que le rodean, para quedarse con la esencia, aquello que realmente es importante.

Su obra, su vida

El visitante encontrará diferentes momentos de la vida del artista que han sido puntos de referencia en su pintura. Desde su estancia como becario en Roma, pasando por la plasmación de diferentes paisajes de su entorno más inmediato, donde predomina la luz y el blanco, hasta llegar a uno de los conceptos de su obra, la desertización, el despojo del paisaje.

De su trayectoria como artista destaca la Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid y el hecho de ser nombrado miembro de honor de la Academia de las Bellas Artes.

A lo largo de su vida ha mostrado su obra en todo el mundo y recientemente ha creado su propia Fundación “Fundació, el Centre d’Art i Naturalesa de la Fundació Beulas (CDAN)” en Huesca.

Con esta muestra, el Museo de Arte de Girona continua la línea de reflexión sobre el paisaje y su transformación que inició con “Viento de grafit” y “Francesc Gimeno y los paisajes del Montgrí”.

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