Los efectos secundarios de los medicamentos más habituales y cómo hacerles frente

Imagen de archivo de unas píldoras de paracetamol.
Imagen de archivo de unas píldoras de paracetamol.
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Imagen de archivo de unas píldoras de paracetamol.

No todos los medicamentos son iguales ni tampoco su ingesta sienta igual de bien a todos. La mayor parte de las veces hacen que nuestras vidas sean mejores ya que reducen el dolor, nos ayudan a combatir infecciones, o controlan determinados desarreglos de nuestro cuerpo, tales como la presión arterial alta o la diabetes. Pero no siempre es así y pueden generar reacciones no deseadas en las personas.

Según subraya el departamento de Salud estadounidense, un problema es la interacción, ya que se puede cambiar o anular el efecto de uno o de ambos medicamentos, así como aumentarse o aparecer efectos secundarios. Esta puede ocurrir entre:

  • Dos fármacos, como la aspirina y anticoagulantes.
  • Medicamentos y alimentos, como las estatinas y el pomelo.
  • Los medicamentos y suplementos, como el gingko y diluyentes de la sangre.
  • Los medicamentos y las enfermedades, como la aspirina y las úlceras pépticas.

"Los efectos secundarios son efectos no deseados causados por las medicinas. La mayoría son leves, tales como dolores de estómago o mareos, y se van después de dejar de tomar el medicamento. Otros pueden ser más graves. Otro tipo de efecto secundario de los medicamentos son las alergias. Pueden ser leves o graves. Las reacciones en la piel, como urticaria y erupciones cutáneas, son el tipo más común", subraya.

En este sentido, aconseja que, cuando se comienza a tomar un nuevo medicamento, ya sea de receta o no, hay que asegurarse de entender bien cómo hay que tomarlo. Para ello, ve conveniente preguntar siempre al médico o al farmacéutico sobre cuál puede ser la mejor manera de tomarlo.

Efectos secundarios y medicamentos más comunes

Encarnación García, del Centro de Información del Medicamento (CIM) del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, subraya que la forma de hacer frente a los efectos secundarios de los medicamentos varía en función del paciente y del propio fármaco.

"No se puede hacer una generalidad de que si vomito debo volver a tomarme el medicamento, o si tengo algún problema gastrointestinal debo dejar de ingerirlo. Todo siempre va a depender de la persona y del medicamento que sea, de las enfermedades que tenga y de la medicación que se tome. Lo mejor en este caso es preguntar al medico o al farmacéutico qué hacer porque depende siempre de cada caso y del fármaco. Además, no siempre se aconseja tomar con las comidas porque en algunos casos está contraindicado", sentencia.

Así, enumera cuáles son los principales efectos secundarios que pueden surgir en los medicamentos de uso más habitual entre los pacientes:

  • Antiinflamatorios: Una de las reacciones adversas más comunes es el dolor de estómago, más si el paciente forma parte de un grupo de riesgo (pacientes con úlcera péptica o problemas de estómago). En este caso, dice que el médico podría valorar la posibilidad de recetarle un protector de estómago. Deben tomarse con las comidas o justo después de comer. "También es frecuente que los antiinflamatorios puedan subir la tensión arterial y, en el caso de que la persona sea hipertensa, a lo mejor su consumo puede empeorarle el cuadro hipertensivo. Si sucediera esto se debe consultar con el médico para utilizar otro antiinflamatorio de otra familia que no produzca estas reacciones adversas", avisa.
  • Paracetamol: Debe tomarse antes de cada comida para que haga un mayor efecto. El principal problema que puede ocasionar es que afecte al hígado. "Es hepatotóxico, y actualmente se toma mucha cantidad de paracetamol. De hecho, hay pacientes que toman hasta tres gramos al día, una cantidad muy elevada que roza prácticamente la dosis tóxica, y que a la larga puede provocar problemas de hígado", sostiene García.
  • Antidepresivos: Cuando se empiezan a tomar el paciente puede notar en muchos casos que sus síntomas empeoran, especialmente durante las primeras dos semanas. "Es normal por el mecanismo de acción del medicamento. Pasado este tiempo empieza a percibirse el efecto del mismo. Pueden producir insomnio, además de nerviosismo, o ansiedad, por ejemplo. Cuando haya que suspender el tratamiento hay que hacerlo de forma progresiva, y siempre de forma controlada por el médico", agrega.
  • Los anticonceptivos orales por regla general pueden producir vómitos. Entonces, si se vomita dentro de las tres o cuatro horas después de ingerirlos por norma general deben volver a tomarse (aunque lo suyo es acudir a la farmacia para ver el caso concreto del que se trate).
  • En el antibiótico, aunque todo depende mucho del que sea, la reacción adversa más frecuente son las diarreas. "Muchas personas cuando los toman pueden tener diarreas porque pueden afectar a la flora bacteriana que tenemos en el aparato digestivo. Algo que puede evitarlo o mejorar al paciente es tomarlo junto a productos a base de probióticos", señala.

En este punto, advierte del uso extendido de los protectores de estómago para evitar que un determinado medicamento siente mal. "Tienen una función muy específica y no es proteger el estómago porque te tomes un antibiótico, o te hayas pasado con la comida y te encuentres mal. Su función es disminuir la secreción ácida del estómago, y será buena su ingesta en determinadas situaciones, pero en otras no porque puede inhibir el efecto de algunos fármacos", avisa la especialista sevillana.

Asimismo, apunta que en el caso de la amoxicilina, un tipo de antibiótico, se describen también casos de candidiasis, aunque estos pueden darse de forma excepcional. "Hay que acudir al especialista en este caso porque los medicamentos para tratarla necesitan prescripción médica", subraya la farmacéutica.

  • Otra reacción adversa en personas con hipertensión arterial tratadas con medicamentos de la familia de los IECA es la tos seca, sin producción de mocos, que puede empeorar por la noche. "Si la persona no pudiera soportarlo, también tendría que consultar con el médico para que valorara otra alternativa al tratamiento de su hipertensión", añade la experta del CIM.
  • Medicamentos para el colesterol o estatinas: "En algunas ocasiones pueden producir dolores o calambres musculares. Si esto sucediera es importante acudir al médico porque esta situación puede derivar en un problema bastante grave y habría que decidir si ese síntoma es debido a la medicación o no".
  • Antihistamínicos para alergias y urticarias: García subraya que es muy típico que produzcan somnolencia. Por ello, aconseja tener mucho cuidado a la hora de conducir o manejar maquinaria pesada, o si se el paciente realiza un trabajo que precise de cierta atención. Se recomienda tomarlo a la misma hora cada día, pero ya que produce este efecto puede ser aconsejable ingerirlos por la noche, aunque su efecto dure por el día.
  • Nitroglicerina: Es empleada en forma de parches transdérmicos o comprimidos para temas cardíacos, o incluso en forma de pomada rectal para tratar fisuras anales. Puede producir cefaleas, que se pueden tratar con analgésicos, y que desaparece al suspender el tratamiento. "Pero una persona con problemas cardíacos debe consultar con el médico porque no puede quitárselos por que sí. Debe ser una retirada gradual buscando otra alternativa para tratar su enfermedad", advierte la especialista.
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