La única medida estructural contra la sequía que baraja Augas de Galicia para la cuenca del Lérez es la construcción de la denominada presa de Dorna, un embalse de regulación previsto desde hace años en Cotobade pero que nunca se ha llegado a ejecutar por su posible impacto ambiental y su elevado presupuesto. Así lo ha confirmado este miércoles el director del organismo público, Roberto Rodríguez.

Con motivo de la situación de alerta en la que se encuentra la cuenca del Lérez, como el resto, están previstas "diversas medidas" de tipo coyuntural, algunas de las cuales ya se han adoptado como la de reducir a la mitad el consumo en la captación de Ence.

"Medidas estructurales para esta cuenca la única que existiría sería, y ya se valoró hace mucho tiempo, la posibilidad de hacer algún tipo de presa aguas arriba", ha explicado Roberto Rodríguez. "Evidentemente esa no es una solución de emergencia, sino valorable a medio y largo plazo", ha añadido.

Respecto a otras decisiones de "incidencia directa", Roberto Rodríguez ha puntualizado que "de un día para otro", para alargar la garantía de suministro de agua, hay dos opciones: "que llueva, que no depende de nosotros, y el ahorro".

Augas de Galicia está abordando la adopción de medidas de ahorro recogidas en el plan de sequía para situaciones de emergencia con los diferentes ayuntamientos afectados.

En el caso de este miércoles, fue con los municipios que tienen captaciones en la cuenca del río Umia, en un encuentro celebrado en la delegación territorial de la Xunta en Pontevedra. "Las decisiones se van adaptando según el escenario que se establece", ha apuntado Rodríguez.

"En paralelo estamos trabajando a medio y largo plazo", porque "el cambio climático ha venido para quedarse" y las administraciones tienen que adaptarse a estas nuevas circunstancias, ha dicho.

"Sería un error gravísimo pensar que con la borrasca de la semana pasada se acabó la sequía", ha reiterado.

AGUA DE VIGO

Por otra parte, el director de Augas de Galicia se ha referido a la calidad del agua para el consumo humano en el municipio de Vigo, al respecto de la cual ha asegurado que "el agua es apta para el consumo". "No hay nada que desaconseje que ese agua se pueda beber", ha señalado.

Roberto Rodríguez ha agregado que si él fuera vecino de Vigo lo que sí se plantearía es si su ayuntamiento tiene "una estructura tarifaria que promueve el uso responsable" o si debe "hacerle o no caso a las demandas de su propia concesionaria" para hacer "inversiones que permitan que el agua de Vigo además de potable sea de mayor calidad". "Esas serían las preguntas que me haría", ha concluido.