¿Por qué la borrasca se llama Ana?

Vista de la playa de Sabón en la localidad coruñesa de Arteixo.
Vista de la playa de Sabón en la localidad coruñesa de Arteixo.
Cabalar / EFE
Vista de la playa de Sabón en la localidad coruñesa de Arteixo.

La borrasca Ana, que este domingo entró por el noroeste peninsular, es la primera que las agencias meteorológicas portuguesa, francesa y española han decidido "bautizar". A partir de este mes se empezará a dar nombre a todos los fenómenos de este tipo, de carácter atlántico, susceptibles de causar daños significativos en bienes y personas en España, Francia y Portugal, vengan acompañados o no de una ciclogénesis explosiva.

En el caso concreto de esta borrasca, sí viene acompañada de una ciclogénesis explosiva, que implica que la caída del sistema de bajas presiones que lleva podría ser igual o superior a 18-20 hectopascales (hPa) en 24 horas en las latitudes medias en las que se encuentra España (entre 30 y 60 grados de latitud).

El hecho de nombrar a las borrascas profundas favorecerá que la comunicación sea más efectiva ante episodios adversos de viento, de fenómenos costeros, de lluvia y de nieve, según ha señalado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Una borrasca o depresión es un tipo de ciclón (huracanes, tifones y bajas polares, entre otros) que se desarrolla en latitudes medias y donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj dentro del hemisferio norte.

La borrasca solo se nombrará cuando se prevean condiciones que den lugar a la emisión de alertas de viento naranja o rojo, y que en el caso de España alcancen rachas máximas superiores a los 90, 100 y 110 kilómetros por hora en función de las zonas.

De esta manera, el servicio meteorológico de cualquiera de los tres países que prevea emitir el primer aviso dará nombre a la borrasca siguiendo la siguiente lista e informando a los otros dos países: Ana, Bruno, Carmen, David, Emma, Félix, Gisele, Hugo, Irene, Jose, Katia, Le, Marina, Nuno, Olivia, Pierre, Rosa, Samuel, Telma, Vasco y Wiam.

En el caso de que la borrasca sea postropical o extratropical, y por tanto ya haya sido nombrada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, se deberá usar el mismo nombre añadiendo el prefijo "ex".

La Aemet ha subrayado que la borrasca mantendrá el mismo nombre a lo largo de todo su ciclo de vida, y, de momento, solo se nombrarán las borrascas atlánticas y no las mediterráneas, que se intentarán abordar en un futuro.

Esta nueva forma de comunicar fenómenos adversos, se desarrolla en el marco de EUMETNET, organización cuyo objetivo es asegurar y facilitar la cooperación entre los Servicios Meteorológicos Nacionales de Europa, y en coordinación con MétéoFrance (Francia) e IPMA (Portugal).

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