Las heladas de los últimos días han causado daños importantes en algunos cultivos como la alcachofa, el calabacín, la lechuga o el brócoli, así como en cítricos, especialmente en el Valle del Guadalentín donde se han alcanzado los 3 grados bajo cero, aunque si las temperaturas hubieran bajado tan solo un grado más de forma generalizada "el golpe hubiera sido tremendo; catastrófico", según avanza a Europa Press el secretario general de COAG, Francisco Gil.

En términos generales, "hemos estado rozando una helada masiva, en algunas zonas, como en Totana y Alhama de Murcia se han perdido entre tres y cuatro hojas de lechuga, "lo que suponen pérdidas importantes, al suponer mayor trabajo y vender más barato", así como lo son la helada de brotes de alcachofa, "porque la planta necesitará de meses para reponerse, cuando éste es su periodo de mayor venta".

Los cítricos también se han visto afectados en algunas zonas, "ante la situación de estrés que vive el árbol por la falta de agua". El frío le ha dañado seriamente por su "débil" estado. Aunque todavía es pronto para valorar las pérdidas económicas, ha apuntado Francisco Gil, ha celebrado, al menos, que el producto "siga siendo válido".

Claramente las explotaciones agrícolas en zonas de Granada o Albacete "han caído en picado, con grandes pérdidas en la calidad del producto", y en cultivos de invernadero, como en Águilas, las plantaciones han tenido que parar, afectando al "normal funcionamiento de la planta".

La helada sufrida estos días ha sido, de tal forma, "muy fuerte, seca y peligrosa", adelantándose a la época, con 8 grados bajo cero en zonas como Jumilla, "que han podido ser tremendamente dura en la Región y ha hecho bastante daño".

De hecho, ha advertido, tras destacar el contacto directo con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), "si se hubieran roto previsiones como en otras ocasiones, el daño habría sido increíble".

Al respecto, el secretario general de COAG ha querido hacer un llamamiento a fin de que las ayudas que percibe el agricultor ante pérdidas y daños "se vinculen de alguna manera a la obligatoriedad de tener los correspondientes seguros, lo que daría mayores garantías y supondría menores costes para el sector".

Si todos lo hiciéramos, "sería más viable", ha subrayado Francisco Gil, tras aventurar que este año "va a ser especialmente duro".