Los servicios de Medicina Nuclear y Radiología Vascular Intervencionista del centro público tinerfeño son los primeros en implantar en Canarias esta nueva técnica, de la que ya se han beneficiado 25 pacientes, informa la Consejería de Sanidad en una nota.

Entre los beneficios que aporta destaca su alta tolerabilidad por parte de los pacientes con cáncer de hígado metastásico, incluso en aquellos que han sido sometidos a otros tratamientos.

Otra de las ventajas que ofrece es que es se trata de un procedimiento ambulatorio que no requiere de ingreso hospitalario y su uso, además, no se ve limitado por factores propios del tumor como pueden ser su tamaño, localización, forma o número de lesiones.

En la actualidad, el tratamiento de radioembolización con microesferas con itrio 90 se lleva a cabo en pacientes seleccionados, una vez son remitidos por el Comité de Tumores y cuando el equipo de médicos nucleares y radiólogos intervencionistas determinan si esta técnica es la más indicada para su caso.

La Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria del Instituto Carlos III indica que la radioembolización es un procedimiento que "ha demostrado su alta eficacia no sólo en el tratamiento de tumores hepáticos primarios, sino también en una amplia variedad de metástasis hepáticas".

¿EN QUÉ CONSISTE LA TÉCNICA?

El hospital aplica este tratamiento mediante un equipo multidisciplinar de profesionales con amplia experiencia, de manera que con la selección idónea de los candidatos adecuados, se posibilita alcanzar los máximos beneficios de esta terapia y con la máxima seguridad.

La radioembolización con ytrio 90 se lleva a cabo en las salas del servicio de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, donde participan de forma coordinada radiólogos intervencionistas, médicos nucleares y personal de enfermería.

Las microesferas de este radiofármaco se administran al paciente de modo intravenoso, a través de un catéter en la arteria hepática, de manera que el ytrio irriga las zonas tumorales del hígado de forma directa a la parte afectada, respetando las áreas sanas.