El Procurador del Común pide a la Junta que reconozca a los enfermos de Alzheimer como personas mayores con discapacidad

  • El Procurador del Común ha instado a la Junta a que reconozca a los enfermos de Alzheimer como personas mayores con discapacidad, así como a los espacios destinados a su tratamiento como centros de atención a personas con discapacidad neurodegenerativa, con la aplicación de las ventajas económicas y asistenciales que, en su caso, puedan derivarse para los afectados, sus familias y asociaciones del sector.

La actuación del Procurador del Común se produce tras recibir varias quejas en las que se ponía de manifestó la discriminación que, para las personas afectadas por el Alzheimer, genera el hecho de no encontrarse incluidas en el grupo de personas con discapacidad sino de personas mayores, considerando que esta situación no se corresponde ni con los parámetros de dependencia ni de discapacidad.

Esta circunstancia se justifica por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades afirmando que el Alzheimer afecta principalmente a personas con 65 años o más y es una de las principales causas de dependencia en la vejez, de forma que su principal factor de riesgo es la edad.

En un principio la enfermedad de Alzheimer se contemplaba como una evolución lógica de la edad y era sinónimo de envejecimiento. Incluso, posteriormente, vino a denominarse demencia senil(un estadio de pérdida de las facultades mentales vinculada a la edad). Pero el tiempo ha venido a demostrar que esto no es exactamente así.

La edad es probablemente el principal factor de riesgo de contraer esta enfermedad, que sin embargo afecta también a colectivos más jóvenes de la población. Es, pues, una enfermedad neurodegenerativa que puede afectar a cualquier persona.

En torno al 10 % de los casos se corresponden con los denominados "enfermos jóvenes", es decir, aquellos que cuentan con una edad inferior a los 65 años, habiéndose incluso diagnosticado la enfermedad (de manera extraordinaria) en personas de poco más de 35 años.

Además, las asociaciones del sector cada vez atienden a más personas con edades comprendidas entre los 42 y 60 años, que no deberían ser encuadradas en el sector de personas mayores.

El Procurador del Común, teniendo en cuenta los diferentes estudios y normativa, considera que es necesario el reconocimiento de una persona con Alzheimer como persona mayor con discapacidad a todos los efectos.

Además, defiende el reconocimiento de los centros destinados a enfermos de Alzheimer como centros de atención a personas con discapacidad neurodegenerativa (con independencia de su catalogación, asimismo, como centros para personas mayores).

Así, el Ministerio de Sanidad incluyó dentro de los servicios dirigidos a las personas con discapacidad el Centro de referencia estatal de atención a personas con Alzheimer y otras demencias de Salamanca.

Pero la falta de reconocimiento de ambas conclusiones por parte de las políticas sociales de Castilla y León ha venido a generar importantes repercusiones (económicas y, en consecuencia, asistenciales), situando a las personas con Alzheimer en un estado de desventaja frente al resto de personas con discapacidad.

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