Ante una orden de embargo y precinto, dictada por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, para un vehículo estacionado en la vía pública, los agentes esperaron a que se presentase el propietario del vehículo, quien, cuando le fueron solicitados sus datos de identificación, se mostró un tanto alterado y nervioso, intentando ganarse la confianza de los agentes.

Como resultado del registro de esta persona, se observó que entre sus ropas portaba un paquete envuelto en plástico transparente y una bolsa de pañuelos de papel que contenían cuatro saquitos de plástico blanco, según han señalado desde la Subdelegación del Gobierno.

La sustancia que había tanto los saquitos como el paquete era de color blanco, con aspecto o forma roca, al parecer cocaína, y su peso aproximado era unos 30 gramos. Además de la esta sustancia, se le intervino la cantidad de cien euros, repartidos en billetes de diferente cuantía.

Los agentes procedieron a la detención del hombre, como presunto autor de un delito contra la salud pública, y tras su traslado a dependencias policiales, donde se instruyó el oportuno atestado, el detenido fue puesto a disposición judicial.