Los ciudadanos que optaron por anular su voto en las elecciones judiciales celebradas este domingo en Bolivia, de las que el Gobierno se jacta de que son únicas en el mundo, lo hicieron con humor, sarcasmo y creatividad en protesta contra el Ejecutivo de Evo Morales.

En las redes sociales circularon imágenes de papeletas de votación decoradas con pegatinas, dibujos, fotografías de diversa índole, incluso en tono erótico, declaraciones de amor, insultos, consignas políticas y deportivas, y hasta una fórmula matemática.

De hecho, el voto nulo, promovido por la oposición, se impuso con más de la mitad de los sufragios, según los primeros resultados divulgados por el Órgano Electoral con más del 80% de las papeletas escrutadas.

La participación fue del 78%, de acuerdo con los datos ofrecidos por la presidenta del Órgano Electoral, Katia Uriona, uno de los porcentajes más bajos de los últimos años en Bolivia, donde se suele superar el 90% ya que se penaliza a quienes no acuden a las urnas.

El recuento inicial ofrecido por la presidenta, en su comparecencia casi seis horas después del cierre de los centros de votación, refleja que el 53,8% fueron nulos en el caso del Tribunal Agroambiental y el 53,76% para el Consejo de la Magistratura. El 33,4% de los votos fueron válidos y 13,5% en blanco para el Tribunal Agroambiental, mientras que estos porcentajes fueron, respectivamente, del 31,04% y 15,20% en el caso del Consejo de la Magistratura.

Entre los recursos más usados por los ciudadanos que depositaron papeletas nulas estuvieron las menciones al perro Petardo, que se hizo célebre en 2015 por acompañar manifestaciones reivindicativas de grupos ciudadanos de Potosí (suroeste) y que tiene miles de seguidores en Facebook.

"Petardo presidente" tuvo como contendiente a "Goku presidente", cuyo nombre también se vio en algunas papeletas, y en una un votante puso pegatinas suyas y de otros personajes de la saga Dragon Ball encima de las fotografías de los aspirantes a cargos en los máximos tribunales del país.

Además de marcar todas las casillas, un elector adjuntó a su boleta de votación fotografías en pose sensual de la exnovia del presidente Evo Morales Gabriela Zapata, que está encarcelada acusada de varios delitos económicos.

La imagen del exfuncionario del estatal Banco Unión Juan Pari Mamani, acusado de uno de los mayores desfalcos en la historia del país por llevarse más de 5,4 millones de dólares de esa institución, también fue exhibida en otra papeleta.

También se vieron elaborados dibujos de los personajes de Los Simpsons, mientras que otros optaron por lo simple y pintaron bigotes o cuernos sobre los rostros de los postulantes.

Incluso hubo una petición de matrimonio escrita en una papeleta y reclamos contra la ley seca que rige en el país desde el viernes con motivo de los comicios.

Lo más recurrente fueron las consignas contra la decisión del Tribunal Constitucional (TC) que dio vía libre a una nueva candidatura de Evo Morales en las elecciones generales de 2019, pese a que un referendo celebrado en 2016 ya le negó esa posibilidad.

Con su decisión, el TC echó gasolina a los ya caldeados ánimos de opositores y agrupaciones ciudadanas que pedían votar nulo en los comicios al considerar que los candidatos, elegidos por la mayoría oficialista en el Parlamento, responderán directamente al Ejecutivo y no serán garantía de una Justicia independiente.

En las primeras elecciones judiciales realizadas en 2011 también hubo una gran cantidad de electores que votaron nulo y blanco en rechazo al proceso, al considerarlo manipulado por el partido de Gobierno para elegir a magistrados afines al Ejecutivo.

El oficialismo asegura que Bolivia es el único país del mundo en que los ciudadanos eligen a los jueces y defiende que la elección permitirá aplicar reformas para superar los males crónicos de la Justicia en el país, como las denuncias de corrupción en los juzgados, las demoras en los procesos y el hacinamiento carcelario, entre otros.

En medio de unos y otros, hubo quien incluso dobló la papeleta a modo de corazón, quizás para reducir la tensión, aunque su buena intención computará nulo.