"Entendemos que no hay que generar alarmismo a la población ante estas situaciones pero tampoco dar a entender que son inocuas para la población", ha reclamado Sarasola, quien ha pedido que actúe y tome medidas para evitar que este tipo de escapes vuelvan a producirse.

También le ha instado a que abra la pertinente investigación para ver si se ha producido por una avería o accidente, o si, por el contrario, ha existido algún tipo de negligencia o incumplimiento de la normativa.

Además, ha considerado necesario que agilice la revisión de los protocolos existentes, y que intensifiquen las labores de inspección para asegurarse que las empresas cumplen con la normativa ambiental vigente y se proceda a una renovación de sus autorizaciones ambientales integradas, para obligarles a incorporar la mejor tecnología posible para la reducción de su emisiones contaminantes.

Sarasola, asimismo, ha recalcado que el óxido de hierro se encuentra dentro de la lista de sustancias peligrosas mencionadas por diversas agencias internacionales vinculadas a la salud como por ejemplo la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), y, además, su inhalación puede causar la denominada fiebre de los humos metálicos, cuyos síntomas son similares a los de la gripe por lo que puede confundirse con la misma y pasar sus efectos desapercibidos. Además una exposición más o menos prolongada puede llegar a provocar neumoconiosis.