Efectivamente, las constructoras establecen este negocio de forma habitual con las entidades financieras. El comprador no tiene más que determinar el importe exacto de la que será su hipoteca  y subrogarse en dicha cantidad sobre el crédito total.

La principal ventaja es el ahorro de los gastos de estudio, de tasación y de apertura que suelen aplicar bancos y cajas. Además, juegan sobre seguro, dado que las entidades financieras son más flexibles en cuanto a los límites establecidos por ellas en la concesión de los préstamos hipotecarios. El inconveniente es que, normalmente, los préstamos hipotecarios vía promotoras suelen ser algo más caros que los que se pueden encontrar en el mercado.

He leído un artículo sobre las hipotecas y querría hacerle una pregunta: estoy dudando entre una hipoteca a 25 o a 30 años. ¿me puede decir cuál debe ser el criterio que me haga elegir un plazo u otro?

El criterio para establecer un plazo u otro es la necesidad de dinero que tengamos a corto o medio plazo; si nuestro nivel de endeudamiento es alto será más conveniente  elegir un plazo de amortización mayor. De esta forma, el esfuerzo asociado a la compra será menor  y nuestra disponibilidad de dinero será mayor, permitiendo un mejor nivel de vida.

Además, siempre puede contemplar la posibilidad de hacer amortizaciones parciales anticipadas, que pueden ser de capital pendiente, pero también podría amortizar en tiempo (reduciendo así el plazo de hipoteca inicialmente contratado).

He tenido un altercado con un empleado de mi sucursal bancaria y he decidido llevar mis cuentas a otra sucursal de la misma entidad. Pero me han dicho que la hipoteca no se puede mover. ¿Es eso cierto? ¿Está secuestrada?

Lamento comunicarle que lo que expone es cierto en parte. Su hipoteca no la tienen secuestrada pero, independientemente de la entidad con la que firmemos la hipoteca, el contrato original de la hipoteca pertenece siempre a la sucursal que la formalizó y, por tanto, cualquier trámite que afecte a su hipoteca debe ser tratado con dicha sucursal. Si el problema  de fondo no es personal sino de actuación bancaria (lo que la persona representa como política de su banco), igual es el momento de cambiar de entidad y mejorar de paso las condiciones de su hipoteca.