Los vecinos piden que cada propietario lleve siempre encima dos bolsas para recoger excrementos y la documentación del can. Si la Policía para al dueño y no las lleva, debería poner una multa de 400 euros, o 750 si no es la primera vez.

La asociación también apuesta por la educación, por lo que proponen que el Ayuntamiento ofrezca la oportunidad de elegir entre pagar la multa o recoger 15 kilos de caca de perro en los parques de su barrio (los que sean reincidentes no podrían acceder a esta opción).

Otra petición es que se multe también a los dueños cuyos perros orinen en las zonas de juego de los parques, ya que los niños pueden sufrir alguna infección.

«Creemos que la Policía debería hacer campaña especial contra las cacas (como la del cinturón de seguridad o el móvil) porque es un problema sanitario y estético», explica Luis Torres, presidente de la asociación. Si estas medidas no resultan, creen que se debería restringir la entrada de los perros a los parques.