Por ello, la Dirección General tomará muestras de una veintena de pozos incluyendo los de abastecimiento de Biniali y Sencelles.

Según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca en un comunicado, se amplía así el radio de prospección respecto de la última campaña que se inició en el 2015 a raíz de las "reiteradas quejas y denuncias sobre los posibles efectos de los vertidos de Lavanderías Diana en la calidad del agua de la zona".

Además, han asegurado que desde finales de 2015 se ha llevado a cabo un control específico del vertido de la lavandería y de la depuradora municipal de Consell.

Durante la primera campaña de seguimiento, hecha en mayo de 2016 se detectó la presencia de cloro o bromo en algunas muestras en bajas concentraciones, pero los resultados no fueron concluyentes en cuanto a la afección de las aguas y su origen, según han indicado desde la Conselleria. Por este motivo, también se han evaluado otras fuentes de origen de las sustancias.

Como ha informado la Conselleria, hasta ahora los resultados del seguimiento de los vertidos al torrente han indicado un correcto funcionamiento de la depuradora de la lavandería en referencia a la autorización de vertido vigente que data del año 1993. Sólo una de las muestras no cumplía con uno de los parámetros de la autorización al contener unos niveles de salinidad por encima de los permitidos y por este incumplimiento a finales del año 2016 se sancionó a la empresa con 3.000 euros.

Finalmente, la Conselleria ha apuntado que la dirección general de Recursos Hídricos continúa revisando de oficio la autorización de vertido de la depuradora de la lavandería, ya que sólo contempla parámetros aplicables a la depuración de aguas residuales urbanas y no industriales.

Así, esta revisión permitirá "mejorar la calidad del vertido, ya que se adaptará el contenido de la autorización teniendo en cuenta las nuevas tecnologías de tratamiento y la normativa aplicables".