Los primeros análisis confirman que los 18 buitres hallados muertos en Abioncillo de Calatañazor (Soria) fueron envenenados con carbofurano, una sustancia fitosanitaria utilizada en el sector agrícola y actualmente retirada del mercado.

Son los resultados arrojados por las necropsias realizadas en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta de Castilla y León, ubicado en Burgos. En los buches de los animales se encontró veneno junto a restos porcinos como partes de hígado, pulmón y grasas, que actuaron como cebo.

Según el jefe de Servicio Territorial de Medio Ambiente, José Antonio Lucas se ha seguido el protocolo de actuación en la investigación de posibles envenenamientos de fauna silvestre. Aunque era previsible que se trataba de un envenenamiento "como tiene una trascendencia en el juzgado se necesitan todas las pruebas", afirmó. En esta línea, la Junta procederá a un contraanálisis en el Laboratorio Forense de Vida Silvestre de Madrid.

Para Lucas este suceso "ha desbordado las perspectivas" porque hace tiempo que no se producían grandes envenenamientos. "Esto lo lleva un poco al traste, habrá que investigar cuál habrá podido ser la motivación e intentar luchar contra el causante", señaló y añadió que de momento hay que ser prudente.

En el pasado, se empleó para matar ratones y otras especies animales

Según el representante en Soria de la asociación ecologista Seo Bird Life, Juan Luis Hernández, el carbofurano fue empleado durante décadas para luchar contra plagas y en el ámbito cinegético. Como plagicida fue también utilizado contra roedores. Sin embargo, José Luis Hernández quiso aclarar que "no tiene nada que ver el veneno que ha matado a los buitres con el utilizado contra la plaga de topillos".

Explicó que el veneno que está utilizando la Junta es menos dañino. "Si la Junta hubiera utilizado carbofurano no habría topillos, pero tampoco águilas, ni perros, ni nada", concluyó.

Así lo confirmó el jefe territorial de medio ambiente quien reiteró "es totalmente falso" refiriéndose a que el envenenamiento de los buitres tenga algo que ver con el clorofacinona utilizado contra la plaga de los topillos. "no estoy para nada de acuerdo", dijo respecto a quienes puedan relacionarlo con este "caso malintencionado de envenenamiento".

El ecologista sí señaló, sin embargo, que la acción de la Junta contra los topillos, aunque, no lo justifique, puede "dar pie al uso del veneno" con otros objetivos dañinos. "Si la propia administración, alegremente, aunque sea un veneno de baja aportación, de repente echa miles de toneladas..." comentó. Lucas aclaró que "no se hace alegremente" y que para nada cree que "una cosa incite a la otra".

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