Desde el Govern, han indicado que el Solleric tiene un "protagonismo importante" en el origen de este proyecto, porque en sus obras de rehabilitación se encontraron restos de posidonia seca.

Según han informado, este hallazago sirvió para impulsar el proyecto Reusing Posidonia "cuando en 2010 todavía se dudaba de la viabilidad del uso de la posidonia seca como aislamiento en los tejados".

Así, han precisado que todos los palacios de Palma construidos entre los siglos XIV y XVII utilizaron posidonia seca para proteger los artesonados (techos de madera) y que ésta se encuentra en "perfecto estado de conservación 600 años más tarde".

Ahora, su uso se ha recuperado en el edificio de 14 viviendas de protección pública en Sant Ferran promovido por el Ibavi, donde se han ensayado fórmulas para reducir la huella ecológica de los edificios y se ha monitorizado su buen funcionamiento.

Cabe resaltar que la posidonia es una planta protegida y, por tanto, su utilización requiere el permiso del Servicio de Especies Protegidas del Govern y la coordinación del Área de Medio Ambiente del consejo o ayuntamiento que gestione su retirada en las playas. Solo se utiliza la hoja muerta y limpia sin arena de las capas superiores en aquellas zonas donde hay una acumulación excedente por encima del volumen necesario.

En la exposición se presentan las conclusiones de los estudios realizados y recorrerá Baleares, Barcelona, Sevilla, Madrid, Córcega, Cerdeña, Sicilia y Creta, y finalizará en París en junio de 2018.