Un vecino de Barakaldo, C.S.R., de 29 años de edad, se enfrentará a penas de entre dos y cinco años años de prisión por conducir sin carnet y de forma temeraria, "con desprecio a la vida de los demás". El joven, que tiene antecedentes y se negó a someterse a las pruebas de droga, fue detenido el pasado sábado por la Policía Municipal de Sestao, municipio donde se aplica por primera vez, con este caso, el nuevo Código Penal en materia de tráfico.

Los hechos ocurrieron el sábado a las ocho de la mañana, cuando una patrulla de la Policía local vio un Opel Calibra que circulaba a gran velocidad por la Gran Vía de Sestao. El conductor era conocido por la Guardia urbana ya que contaba con antecedentes policiales por robo, daños, y por conducir sin carnet, entre otras cosas.

Los agentes encendieron la sirena y le dieron el alto por  megafonía, pero éste acelaró y se dirigió a la zona de Rebonza. En su huida, adelantó en línea contínua, circuló en sentido contrario, hizo Zig-zags y estuvo a punto de chocar con otro vehículo que circulaba correctamente. Finalmente, colisionó con un contenedor de basura y comenzó la huida a pie. No obstante, pudo ser detenido pocos metros después.

En el vehículo viajaban otras tres personas, una de las cuales dijo ser la propietaria del vehículo y explicó que se encontraron al detenido a la salida de una discoteca en Lemoa. Según su declaración, mientras pensaban qué hacer para evitar conducir después de haber bebido, él se ofreció a llevarles en su coche a casa. Como le conocían y parecía estar en buen estado, accedieron a ello.

TEST DE DROGAS

El detenido se sometió a la prueba de alcoholemia, que, a pesar de ser de sólo 0,23, se considera positivo porque no tiene carnet y se le aplica el límite de conductor novel. Además, se negó a someterse a pruebas de drogas.

La Policía Municipal considera que debe aplicársele el artículo 381 del Código Penal, sobre conducción manifiestamente temeraria y con manifiesto desprecio a la vida de los demás, y el 383 por la negativa a someterse a la prueba de drogas.

Esta mañana se celebró el juicio rápido y, como no aceptó la petición de condena, se celebrará un juicio ordinario el próximo 19 de diciembre. Si el juez considera que ha habido desprecio a la vida de los demás, el acusado podría enfrentarse a una condena de prisión de entre dos y cinco años. Si no se admite ese agravante, la condena oscilaría entre uno y dos años.

A ello hay que sumar de seis meses a un año por negarse a la prueba de drogas, las correspondientes sanciones y la imposibilidad de sacarse el carnet de conducir durante varios años. El detenido ya acumula condenas anteriores con dos suspensiones cautelares que le impedían sacarse el carnet antes del 2012.