El exmandatario conservador chileno Sebastián Piñera se mostró confiado en ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, previstas para el próximo 17 de diciembre, tras obtener el 36,6% de los votos en los comicios correspondientes a la primera ronda, celebrados este domingo.

"Estamos contentos porque esta noche hemos logrado un gran resultado electoral, y, sobre todo, porque hemos abierto las puertas que nos conducirán hacia tiempos mejores", subrayó Piñera, quien disputará la presidencia a Alejandro Guillier, candidato de la alianza de centroizquierda con la que gobierna la actual presidenta, Michelle Bachelet. Guillier logró el 22,6% de los votos.

Aunque consiguió obtener el primer lugar en la votación de este domingo, el exgobernante cosechó un resultado bastante inferior al que pronosticaban las encuestas, que era en torno al 44%.

Piñera felicitó y agradeció al candidato ultraderechista José Antonio Kast, quien con su 7,9% de los votos, pudo ser una de las causas de que no se cumplieran las expectativas electorales del abanderado de Chile Vamos, según los analistas.

Al respecto, Kast, que quedó en cuarto lugar, dijo que "Chile no resiste otro Gobierno de izquierda", y anticipó su apoyo a Piñera en la segunda vuelta.

"A partir de mañana, con la misma alegría y entusiasmo, asumimos la tarea de hacer posible el triunfo del candidato del pacto Chile Vamos. No vamos a exigir nada ni a condicionar nuestro apoyo", destacó el diputado Kast, quien dijo estar seguro de que el expresidente "hará realidad los anhelos más fundamentales" de quienes votaron por él.

En tanto, el exgobernante manifestó que recibe los resultados de este domingo "con gratitud, humildad y esperanza".

"Este resultado es muy parecido al del 2009 y ustedes recordarán que el 2009 ganamos la elección", enfatizó Sebastián Piñera, quien ya gobernó el país en el periodo 2010-2014.

"Necesitamos rescatar el liderazgo, el dinamismo y el progreso que nos han arrebatado", señaló el empresario, quien destacó que su candidatura, respaldada por cuatro partidos conservadores, ganó en todas las regiones de Chile y en 300 de los 365 municipios.

"Somos más los que estamos por el cambio", dijo por su parte el senador Alejadro Guillier. "Ganaremos en diciembre, Chile quiere otro camino y lo ha expresado en el voto", señaló el senador independiente, quien se presentó a estos comicios con una candidatura ciudadana respaldada por seis de los siete partidos de la coalición gobernante.

El candidato de Fuerza de la Mayoría obtuvo el segundo lugar, con un 22,6% de los votos, por detrás de Piñera, y seguido de cerca por la abanderada del izquierdista Frente Amplio, Beatriz Sánchez.

El hecho de que haya tres candidatos del sector progresista con una votación significativa —Beatriz Sánchez, la democristiana Carolina Goic y el progresista Marco Enríquez-Ominami— hace pensar a Guillier que es posible superar al candidato de la derecha en la segunda vuelta, prevista para el 17 de diciembre.

"Con especial cariño y emotividad quiero agradecer los llamados de Beatriz Sánchez y Carolina Goic", dijo el candidato del pacto Fuerza de la Mayoría, en alusión a la felicitaciones recibidas de las dos oponentes mujeres.

La candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, sorpresa de la votación, destacó por su parte la voluntad de cambio expresada por los ciudadanos y fustigó a las empresas demoscópicas, que le pronosticaban una baja votación.

"Hoy día hacemos historia porque la política chilena cambia desde este momento en adelante", auguró Sánchez, de profesión periodista y quien criticó duramente a los encuestadores, que hace dos semanas pronosticaban que obtendría un 8% de apoyo, cuando realmente logró un 20,29%.

"Si hubieran dicho la verdad, probablemente habríamos llegado a la segunda vuelta", criticó. El resultado de la jornada situó Sánchez muy cerca de la segunda posición de Alejandro Guiller.

"Estoy feliz, Chile quiere cambios, Chile quiere un cambio y lo dijo hoy día, votando", declaró la abanderada del Frente Amplio al expresar su emoción por los resultados obtenidos, que también suponen un importante aumento de parlamentarios de su coalición al pasar de tres a veinte diputados.