Convertirse en madre aún puede ser un obstáculo para mantener un puesto de trabajo en nuestra provincia. En 2006, 17 mujeres granadinas denunciaron a sus empresas por haberlas despedido irregularmente; once de ellas estaban embarazadas.

Son datos facilitados por el servicio de apoyo legal del Instituto de la Mujer de

CC OO, aunque según reconoce la letrada encargada de estos asuntos, los casos totales, sumándoles todos aquellos en los que las mujeres no inician procedimientos judicales, «serán muchos más».

Además, las mujeres también denunciaron a sus empleadores por acoso sexual (cuatro casos), modificación de las condiciones laborales tras conocer que la empleada estaba en estado (uno) y por acoso moral por razones de género (uno). En 2005 sólo se registraron en Granada dos expedientes por despidos a mujeres. Entonces, cada uno de los dos sindicatos mayoritarios tenía sólo una abogada para llevar estos asuntos y desde 2006 hay dos. Así, el aumento de procedimientos puede relacionarse con que hay más personas trabajando en esta materia. En lo que va de año, la cifra de denuncias ya es similar a la de todo 2006. Legalmente, cuando uno de estos despidos es declarado nulo, la consecuencia inmediata es la readmisión de la trabajadora.

Pero «hay situaciones en las que las mujeres no quieren volver», explican fuentes del servicio jurídico de la mujer de CC OO en Granada. En estos casos, el conflicto puede solucionarse con un acuerdo económico entre ambas partes. La hostelería, el comercio y la limpieza son los sectores en los que se dan más despidos a mujeres en estado: el 90% de los trabajadores de estos ámbitos son mujeres.

«Pero ¿vas a tener al niño?»

Las circunstancias en las que las empresas despiden a sus empleadas embarazadas son de lo más variopintas. Hay casos en los que ésta alega que no sabía nada de la gestación de la trabajadora, cuando la mujer tiene una barriga de seis meses, e incluso otros más graves en los que el empresario ha planteado a la trabajadora si iba a tener al niño.