¿Su sueño es despertarse y que no haya gravedad?

Siento amor y odio hacia ella. Sin gravedad no existiría el malabarismo, pero cuando se me cae una pelota le grito: «¿Ves? ¡Por tu culpa!».

¿Su pirueta favorita?

La jirafa. Un monociclo de 2 metros, que deja tu cabeza a 3 metros. Desde arriba juego con tres mazas. ¡Un subidón!

¿Existe el más difícil todavía?

Sí. Mi reto es subirme a la jirafa y jugar con cinco mazas.

Frecuentan las calles, los gaztetxes... ¿Es un alternativo?

Más por necesidad que por elección. Las artes escénicas nos desprecian y las instituciones no nos apoyan. Además, necesitamos salas de ensayo bien equipadas y amplias. Al final, el único sitio para nosotros es la calle y el gaztetxe de Kukutza.

Con malabar para aquí y para allá... ¿Se liga más?

Es algo que he estudiado y... ¡Para nada! Ja, ja.

Bio

Vive en el Casco Viejo de Bilbao. 22 años. Actúa en el espectáculo Circo Imprevisto. Miembro de la asociación malabarista Koblakari.