Ada Colau podrá tramitar los presupuestos de Barcelona gracias a su divorcio del PSC

  • Los grupos de ERC y Demòcrata cumplen con el compromiso de "no dejar caer" a Colau si rompía el pacto con Collboni.
  • El PSC se abstiene en la votación porque "una vez roto el pacto" se sienten "libres" para criticar alguna partidas que no comparten.
  • Colau tiene hasta el pleno del 22 de diciembre para negociar con los grupos, ya que gobierna con una minoría de 11 de regidores.
  • Barcelona presenta un presupuesto de 2.643 millones de euros y llama a la "serenidad".
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
EUROPA PRESS
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La primera consecuencia de la ruptura del pacto entre BComú y el PSC es que el gobierno de Ada Colau ha consiguido este martes superar el primer trámite para aprobar los presupuestos del Ajuntament de Barcelona para 2018.

Siguiendo el guión que anunciaron Xavier Trias y Alfred Bosch el 24 de octubre de «no dejar caer» a la alcaldesa si esta rompía el pacto con el PSC, los grupos de ERC y el Grup Demòcrata se abstuvieron ayer por la tarde en la votación para la tramitación de las cuentas y abrieron la puerta al debate.

Una situación radicalmente distinta a la que se contemplaba tan solo dos días antes, cuando estaba vigente el pacto BComú-PSC, cuando los grupos independentistas habían anunciado su voto en contra, y por tanto Colau se hubiera tenido que someter –como ocurrió el año pasado– a una cuestión de confianza para poder aprobar sus cuentas.

Este martes todo ha cambiado, por la mañana la alcaldesa y el hasta ahora segundo teniente de alcalde Jaume Collboni se han reunido para iniciar el traspaso de carteras que aún están en manos del PSC, una reunión que fuentes socialistas han calificado de «correcta pero tensa». En paralelo, el equipo de Colau ha empezado a dibujar cómo quedará el nuevo organigrama municipal, que explicarán este jueves, tras las salida de los socialistas.

19 abstenciones, 11 a favor y 11 en contra de las cuentas

Siguiendo esta nueva trayectoria que ha iniciado Colau en solitario –siguiendo las directrices marcadas por la militancia de BComú que apostó por romper el pacto de gobierno–los partidos independentistas han premiado a la alcaldesa con un respiro.

El Grup Demòcrata ha anunciado una «abstención técnica» a los presupuestos que Sònia Recasens ha traducido: «no es un cheque en blanco, quiere decir sentarse a hablar de números y de partidas». En el mismo sentido, ERC ha optado por la «abstención cautelar» que, según Alfred Bosch, quiere decir «abrir un periodo de trabajo por y para Barcelona».

Estas abstenciones junto a la del regidor no adscrito Gerard Ardanuy, y la de los socialistas que según ha explicado Montserrat Ballarín «hay partidas del presupuesto que no compartíamos cuando estábamos en el gobierno y por tanto nos sentimos ahora libres de discutirlo». Por tanto, ha dicho Ballarín «ahora nos abstenemos y ya veremos cuál será nuestro voto final».

En total las 19 abstenciones (ERC, Demòcrates y PSC), los 11 votos a favor (BComú) y los 11 en contra de Ciutadans, PPC y la CUP (que pidió que se retiraran los presupuestos para volver a negociarlos) y el voto de calidad del gobierno municipal para deshacer el empate a 11, han permitido el inicio de la tramitación de las cuentas.

Pleno del 22 de diciembre

De esta forma, los presupuestos no irán al pleno del 22 de noviembre como estaba previsto sino que inician un periodo de negociación entre el gobierno de Colau y el resto de grupos municipales.

El plazo vencerá en el pleno del 22 de diciembre tras una campaña electoral que según ha reconocido durante el debate en comisión el primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello «ya ha empezado» y tras las elecciones autonómicas del 21-D que pueden condicionar, y mucho, el sentido final del votos de los partidos políticos en el Ayuntamiento de Barcelona.

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