"El arte no deja de ser arte porque desconozcas al autor de la obra"

  • Entrevistamos a los autores de La Voz de Gamonal.
  • Uno de sus secretos mejor guardados es la identidad de sus editores.
  • Un blog destacado por sus divertidos y polémicos post, llenos de humor y originalidad.
  • CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE BURGOS
La Voz de Gamonal
La Voz de Gamonal
L.ROJO
La Voz de Gamonal
El blog ‘La Voz de Gamonal ', muy conocido en la blogosfera burgalesa, lleva ya
dos años dando ‘guerra' con sus divertidos y aveces
polémicos post, generados a partir de ‘cualquier tema' del que saben sacar lo mejor y lo peor, dependiendo de cómo se mire. Sus comienzos fueron modestos; pero con el tiempo captaron nuevos lectores gracias
a la originalidad de sus textos a los que añaden un humor muy característico.

Haciendo un homenaje a Reservoir Dogs , película de Tarantino en la que sus personajes mantienen el anonimato gracias a unos peculiares apodos, los creadores de La Voz: el Sr. Rojo, Sr. Gris y el Sr. Blanco Nuclear y su última adquisición, la Sra. Julia, critican de una forma peculiar la sociedad del barrio de Gamonal y la del "Barrio de al lado" (Burgos) como ellos mismos dicen, escondiendo con gran celo su identidad, un hecho que anima a la gente a querer descubrir 'quién está detrás' de este espacio en la Red.

¿Cómo surge La Voz de Gamonal ?... y ¿por qué?

Como su propio nombre indica, LA VOZ es un homenaje a ese gran cantante que fue Frank Sinatra, y a una de sus canciones más conocidas, 'My way' que,traducido al castellano vendría a significar algo así como 'mi calle' y mi calle es Eladio Perlado y, por añadidura, mi barrio es Gamonal. Una cosa lleva a la otra, así que, empiezas intentando hacer un blog sobre la obra y milagros de tu cantante favorito y acabas haciendo una página sobre tu barrio y las cosas que pasan en él.

El humor que generáis en ocasiones es un poco duro... ¿creéis que la gente no tiene sentido del humor?Todo el mundo tiene sentido del humor. El problema surge cuando se bromea con cosas con las que uno se siente identificado o te tocan de cerca. Lo que hace falta es saberse reír de uno mismo. Pero para eso hace falta un mínimo nivel de inteligencia: para reírte de ti mismo y de tu barrio, de tu estilo de vida, de tu historia, y de tus propias raíces. Somos de la idea de que en este país que acoge a nuestro humilde barrio gamón, España, los grandes humoristas han construido sus carreras basándose al sentido del humor patrio, que se caracteriza por reírse de otros: Arévalo y los gangosos, Gila y los militares, Eugenio y los catalanes... El español quiere reírse a costa de los demás, y cuando te toca a ti como víctima, no te gusta. Así que, quién mejor que nosotros mismos para reírnos de nosotros mismos.

¿Cuál es la estrategia que sigue la Voz de Gamonal para conseguir nuevos lectores?

Responder a esta pregunta supone desvelar uno de los secretos mejor guardados en la redacción de LA VOZ DE GAMONAL. Es cierto, lo confesamos ahora: en los textos de cada post incluimos mensajes subliminales, ocultos entre los párrafos, que obligan, subrepticiamente, a los visitantes, a volver una y otra vez.

Pregunta obligada: ¿por qué ocultáis con tanto esfuerzo vuestras identidades?

Debo confesar que se trata de un bulo. Un bulo de Internet, claro. En realidad nuestras identidades son públicas y bien conocidas. De hecho, es de lo más normal que, paseando por el barrio, nos paren para felicitarnos, estrecharnos la mano e incluso para que besemos a los hijos de nuestros fans. Creo que esta misma semana, en la Iglesia de la Real y Antigua de Gamonal, una pareja ha bautizado a su primogénito con el nombre de "Señorgris", lo cual, a mí particularmente, me llena de orgullo.

De todas formas, el arte no deja de ser arte porque desconozcas al autor de la obra. Pero, cuando hay un sector de los seguidores de tu obra que sólo desearía conocerte para zumbarte o pincharte las ruedas del coche, entonces la expresión conocer gente no resulta tan interesante ...

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE BURGOS

Mostrar comentarios

Códigos Descuento