Los menores barceloneses de entre 10 y 12 años manifiestan no estar muy satisfechos ni con el tiempo libre que tienen, ni con la libertad de la que disponen ni con su vida de estudiantes. Tampoco se muestran demasiado contentos con su propio cuerpo. Lo afirman los resultados preliminares que arroja la primera encuesta del proyecto Parlen els nens i nenes: el benestar subjectiu de la infància a Barcelona realizada por el Ajuntament y basada en el proyecto internacional Children's Worlds, que se lleva a cabo en una treintena de países.

En esta encuesta han participado un total de 3.971 menores estudiantes de 5º y 6º de primaria de 52 escuelas de la ciudad entre los meses de enero y abril de este año. Los alumnos han manifestado en un 53% de los casos no estar muy contentos con el tiempo libre disponible y en un 47% no estarlo con la libertad que tienen. Un 42% de los niños y niñas participantes tampoco se sienten realizados con la vida de estudiantes que llevan.

El informe destaca 15 aspectos divividos en 8 ámbitos, entre ellos, el entorno escolar, el familiar, la salud o la familia. El índice de satisfacción global con la vida arroja un 31% de menores no del todo contentos con la suya, tres de cada 10, y un 69%, 7 de cada 10, que sí lo están. Un 8% se muestran muy poco satisfechos y un 23%, en cambio, bastante satisfechos.

La percepción sobre su calidad de vida es muy positiva, con un índice que se sitúa entre el 9 y el 10, concretamente un 9,1. Esta nota está claramente por encima de la de los adultos, situada entre el 7 y el 8.

La diferencia entre los escolares no demasiado satisfechos con su vida en global, en función de los barrios, es de hasta 6 puntos porcentuales dependiendo de si viven en zonas de renta alta (33%) o de renta baja (27%). Según los distritos de los centros escolares, 11 puntos separan a los menores escolarizados en Ciutat Vella (35%) de los escolarizados en Sarrià-Sant Gervasi (24%).

En la franja positiva, la salud es el aspecto mejor valorado por los niños barceloneses, con un 85% de los menores totalmente satisfechos con su estado físico y mental, mientras que en cuanto a la percepción del propio cuerpo, un 27% manifiestan no estar del todo satisfechos con el mismo.

Otros puntos en los que los encuestados no se sienten demasiado conformes son el barrio donde viven (34%), 3 de cada 10, los compañeros de clase (34%) y la atención y escucha que reciben por parte de las personas mayores (38%).

Solo tres de cada 10 niños y niñas afirman no haber sido insultados ni haber insultado a otros alumnos en la escuela y la proporción es de cuatro de cada 10 menores que no han sido pegados ni han pegado a otros. Uno de cada cuatro (25%) no están orgullosos de los amigos que tiene. Y la cifra sube 9 puntos hasta el 34% si son preguntados por su relación con los compañeros de escuela.

Este estudio que ha realizado de forma pionera en el Estado el Institut d'Infància i Adolescència de Barcelona (IIAB) en colaboración con el Consorci d'Educació de Barcelona y del Institut de Recerca sobre Qualitat de Vida de la Universitat de Girona es además de una recogida de datos un informe de tipo subjetivo sobre el bienestar de la infancia barcelonesa.

Los 3.971 participantes representan el 15% del total de niños y niñas de Barcelona escolarizados en 5º y 6º de primaria este curso. El Consistorio está valorando que este informe se repita cada tres años, aproximadamente.

En su segunda fase, que se desarrolla hasta el próximo mes de febrero, se realizarán unos 80 talleres en escuelas (comenzaron la semana pasada) basados en un proceso participativo con los menores en el que detectar propuestas de los propios niños para la mejora de su bienestar. A finales del presente curso, junio de 2018, se publicará el informe final del proyecto con un análisis pormenorizado de sus resultados y con propuestas concretas de actuaciones.

La teniente de alcalde de Drets Socials, Laia Ortiz, que ha presentado este lunes la encuesta, ha destacado que los menores son "optimistas vitales" y ha resaltado que este es el único estudio municipal en el que no se dan "diferencias relevantes en función del sexo", algo que sí sucede al preguntar ya a adolescentes.