El primer imputado, un pamplonés de 33 años nacido en Ecuador, fue descubierto por una patrulla de seguridad ciudadana circulando por Pamplona con un vehículo cuya matrícula relacionaba a su propietario con una sentencia penal que le privaba de permiso de conducir hasta agosto de 2019. Tras ser interceptado los agentes confirmaron antecedentes por cuatro imputaciones, dos por circular bajo los efectos del alcohol y otras dos por incumplir las sentencias que conllevaron, sumando prohibiciones para conducir para cuatro años y diez meses. Fue trasladado a la comisaría central de la Policía Foral con el fin de continuar con las diligencias.

La segunda imputación se realizó ayer sábado por la tarde en Urdax, donde una patrulla de Elizondo participaba en un dispositivo de seguridad ciudadana en la zona de ocio de Dantxarinea. Observaron cómo un turismo chocaba contra un árbol al realizar una maniobra de marcha atrás, por lo que requirieron la documentación al conductor. Presentaba síntomas de ebriedad, que fueron corroborados con una prueba de alcoholemia en la que quintuplicó la tasa. Al ser de nacionalidad francesa y estar indocumentado fue trasladado a Pamplona, donde agentes de Atestados instruyeron las diligencias correspondientes.

Finalmente en Tudela ha sido imputado un vecino de la capital ribera de 35 años por conducir supuestamente drogado. Los hechos se produjeron al dar el alto a un conductor en un control preventivo que la Policía Foral realizaba en la N121C. Ante los síntomas evidentes que presentaba de estar influenciado por sustancias estupefacientes la patrulla intentó realizar la prueba indiciaria de droga en saliva, "siendo imposible por las persistentes negativas del conductor, que llegó a tragarse un hisopo", ha informado en una nota la Policía Foral.

Fue por lo tanto conducido por el equipo instructor del atestado al Hospital Reina Sofía, donde se le extrajo una muestra de sangre cuyos resultados se unirán a las diligencias.