Así lo ha informado el alcalde, Juan Bravo, quien también ha explicado que la operación se ha realizado como inversión municipal para evitar el deterioro de la céntrica infraestructura (cuya titularidad de encontraba en concurso de acreedores) y así poder revitalizarla.

Sobre el precio, Bravo ha señalado que se trata de "una cantidad perfectamente asumible para este Ayuntamiento, dada la buena situación económico-financiera de las arcas municipales". Ha subrayado que "por primera vez en la larga y rica historia de este representativo edificio, la Casa Palacio será de los vecinos de Mengíbar, y su adquisición servirá para que el inmueble se ponga en valor desde las perspectivas históricas, culturales, turísticas y de generación de riqueza para el municipio".

El alcalde ha asegurado que la recuperación de este inmueble se traducirá en nuevos puestos de trabajo. Tras conseguir la titularidad municipal, el Ayuntamiento pretende que la Casa Palacio acoja el futuro Centro de Interpretación de Iliturgi. Al mismo tiempo, se estudiarán las opciones de licitación de explotación del espacio a través de acuerdos que reflejen posibilidades de uso de zonas comunes por parte del Ayuntamiento de Mengíbar para celebrar actos públicos de interés para la ciudadanía.

"El equipo de gobierno de Mengíbar entiende que se ha dado una situación propicia para que, por primera vez en ocho siglos de historia, este importante edificio sea de los vecinos mengibareños, con todo lo que ello significa patrimonial, histórica y sentimentalmente", ha afirmado el alcalde.

La Casa Palacio se encuentra ubicada en la zona central del conjunto Histórico-Artístico, junto a la Torre del Homenaje (siglos XIII-XIV), la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol (siglos XIII-XVI), y el Ayuntamiento de Mengíbar. La entrada principal del inmueble da a la Plaza de la Constitución, mientras que el resto de la fachada da a la Calle Real, arteria principal de Mengíbar.

Desde el cierre del Hotel Palacio, y en situación de concurso de acreedores hasta ahora, el inmueble ha sufrido deterioro patrimonial, así como diversos robos en el interior de las instalaciones. Estos han provocado que la entrada al público por la calle Real fuese tapiada y que durante meses haya habido vigilantes de seguridad en el recinto para evitar nuevas sustracciones.