Infecciones de transmisión sexual como la sífilis y la gonorrea se extienden entre los barceloneses a pesar de los múltiples métodos anticonceptivos existentes y de la abundante información acerca de los riesgos que conlleva no utilizarlos.

Así lo señala el informe anual de 2016 de la Agència de Salut Pública municipal (ASPB) que ha presentado este jueves el Ayuntamiento y que muestra que el año pasado se detectaron 890 casos de sífilis, un 76,9% más que el año anterior (503). La tasa fue de 55,3 por cada 100.000 habitantes, mientras que la de 2015 fue de 31,3.

El estudio refleja, asimismo, que en 2016 se detectó a 996 ciudadanos afectados por gonorrea, lo que se traduce en un aumento del 69,7% respecto a 2015 (587), y que la tasa se situó en 67,1 casos por cada 100.000 barceloneses, casi el doble que el año anterior (36,5).

La comisionada de Salud, Gemma Tarafa, ha atribuido el incremento de estas infecciones, que afectan sobre todo a hombres que practican sexo con hombres, en parte, a que "ha cambiado la manera de vigilar estas enfermedades y se detectan más", aunque también ha mostrado que no por ello el Ayuntamiento resta importancia al problema, pues "trabaja para reducir el retraso en el diagnóstico y mejorar la prevención".

Otro de los puntos que destaca el informe es que los tumores malignos de tráquea, bronquios o pulmón han desbancado al cáncer de mama como primera causa de muerte prematura –antes de los 70 años– entre mujeres, según datos de 2015, los últimos disponibles relativos a este asunto, que han sido comparados con los de 2014. La gerente de la ASPB, Carme Borrell, lo ha atribuido a que ahora se empiezan a ver las consecuencia del incremento del consumo de tabaco entre el sexo femenino hace dos décadas, que ahora está disminuyendo.

La segunda causa de muerte prematura de mujeres en 2015 fue el cáncer de mama y la tercera fueron los suicidios y las autolesiones. En cuanto a los hombres, en el número uno del ránquing se situaron también, un año más, los tumores malignos de tráquea, bronquios o pulmón y en el dos, las enfermedades isquémicas de corazón.

El estudio señala, por otro lado, que en 2016 aumentaron la lesiones laborales entre los barceloneses en relación a 2015. Las mortales crecieron un 24%, de 25 a 31, y las graves, que se produjeron sobre todo durante los desplazamientos al trabajo, un 27,6%, de 203 a 259. Los casos de enfermedades profesionales declarados el año pasado fueron 569 y la mayoría requirieron una baja médica.

También hace referencia el análisis a los efectos de la contaminación sobre la salud de los ciudadanos, y refleja que el año pasado el 68% de ellos estaba expuesto a niveles de óxidos de nitrógeno superiores a los máximos recomendados por la UE y la OMS.

Apunta, asimismo, que en 2016 casi la mitad de la población de Barcelona, el 47,8%, declaró que había mucho ruido en su barrio, algo que puede provocar insomnio e irritabilidad, y que los que más se quejaron fueron los habitantes de Ciutat Vella (74,2%) y el Eixample (68,7%).

El informe revela, además, que el año pasado el 9% de los barceloneses sufría pobreza material severa y el 10,6%, pobreza energética. Esta última, ha señalado la teniente de alcaldía de Drets Socials, Laia Ortiz, es causante de "enfermedades respiratorias y cardiovasculares", porque impide hacer frente al frío y al calor en el hogar, y también de problemas de nutrición, por las dificultades que genera para cocinar.

80,8 años es la esperanza de vida en hombres y 86,6 en mujeres. La diferencia entre el barrio de más renta (Pedralbes) y el de menos (Torre Baró) fue de 4,6 años de 2010 a 2012 y de 3,6 de 2013 a 2015.

El 22,6% de las mujeres mayores de 15 años considera que su salud es regular o mala, un porcentaje que disminuye hasta el 15,5% en el caso de los hombres.

El 64,3% de los barceloneses cuenta solo con cobertura sanitaria pública. Este porcentaje varía mucho en función del distrito donde viven. En Sarrià-Sant Gervasi, el más rico, es del el 25% y en Nou Barris, el más pobre, del 83%.