"Créame por Dios, señora juez sólo quiero justicia, yo digo la verdad", ha añadido en estado de gran nerviosismo la madre de la víctima, que ha asegurado que "si los médicos lo hubiesen atendido" su hijo no hubiese entrado en el hospital tan grave, que "no pudo ni despedirse de él". "Era un hijo diez, nunca estaba malo y era deportista", ha lamentado.

Ha contado a preguntas del Fiscal que su hijo, que vivía en Colloto, le llamó el día 12 de enero para decirle que llevaba dos días malo "sin encontrarse bien" por lo que le acompañó al centro de La Ería, donde la doctora le diagnosticó gripe y le dijo "que igual era gripe A". Ha explicado que su hijo "se encontraba tan mal que se fue a su casa" para que le cuidase.

Fue narrando cómo el estado de su hijo fue empeorando desde el día 12 al día 15, "su color era malo, se desmayó e incluso el día 15 tosió sangre". Ese día ha asegurado que cuando llamó por la mañana al médico acusado "apenas le dejó hablar". "No me dejaba explicarle nada. Me colgó, le pedí por favor muchas veces que viniera a verlo a casa que tenía mal color, estaba hinchado y tosía mucho y el me dijo que si yo no sabia lo que era una gripe".

"Yo le dije que cómo no lo iba a saber lo que era un catarro si tenía 10 hijos, y me contestó que por ir a mi casa no lo iba a curar", explicó la madre del fallecido, que ha indicado que ella esperaba que cuando acabase la consulta el médico pasaría por su casa a verlo.

Ha declarado que ya por la tarde, cuando llamó a la otra doctora, también acusada, le dijo que "su hijo estaba ya muy mal que tenía mucha tos y muy mal color, y que vomitaba sangre, que igual era por los esfuerzos, por lo que la médica dijo que fuese a la farmacia a buscar un jarabe, el Flutox". Así ha indicado que "en zapatillas y sin paraguas ni nada bajó de la Argañosa a Uría a por el jarabe". La madre del fallecido ha negado una segunda llamada de la doctora y ha asegurado que ella volvió a hablar con la médica sólo al día siguiente, cuando su hijo ya estaba ingresado.

"Le pedí que por favor fueran a ver a mi hijo a casa, pero me dijo que ella ya terminara su servicio", ha dicho la mujer que ha asegurado "que nadie le ofreció una ambulancia". "Si me ofreciesen una ambulancia como iba decir que no, entonces para que llama uno al médico. Ninguno de los dos médicos me vino a ver a mi hijo, y estaba muy mal", ha insistido la madre de la víctima, que ha explicado que llamó entonces a su hija para decirle que su hermano estaba muy malo y había que llevarlo al hospital donde ha indicado que "entró muy mal".

Ha explicado que su hijo ya ni siquiera podía ponerse en pie cuando lo trasladaron al hospital y apenas podía ni hablar.

Los dos médicos están acusados de homicidio por imprudencia y la Fiscalía solicita que se condene a cada uno de los acusados a 4 años de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de la medicina durante seis años y abono de las costas procesales. El Ministerio Fiscal solicita igualmente que los acusados, de forma conjunta y solidaria, indemnicen a la madre de la víctima con 100.000 euros, más los intereses legales correspondientes.