El acusado de arrojar a su esposa dijo a su casero que cambió la cerradura porque "podía pasar algo si estaba con ella"

  • El dueño del piso de Vigo en el que Alberto J.V.G. supuestamente arrojó a su mujer, María José R.F., por la ventana a finales de octubre de 2015 ha manifestado que en días previos a los hechos el acusado le dijo que cambió la cerradura porque "no quería estar con ella", pues "podía pasar algo si estaba con ella".

Lo ha manifestado en la tarde de este martes, tras reanudarse la segunda jornada del juicio que se celebra en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, donde, además del casero, han testificado una prima del acusado, dos agentes que hicieron la inspección del apartamento tras los hechos y el responsable de la empresa que reparó la ventana.

El propietario del piso, para el que el fiscal pide 114,95 euros de indemnización por la reparación de la ventana -aunque este martes ha dicho que el piso sufrió "muchos más daños"-, ha indicado que la semana anterior a los hechos, ante las desavenencias de la pareja, se reunieron los tres y pactaron que él se quedaba la vivienda y se marchaba el fin de semana para que ella recogiese sus cosas.

No obstante, ha explicado que cuando el lunes fue para supervisar que ella le entregaba las llaves al marido, éste no apareció y no respondió a las llamadas, por lo que le ofreció a ella quedarse en el piso. Sobre Alberto J.V.G., el casero ha declarado que "a ratos" no era coherente y los últimos días estaba "un poco raro", si bien no presenció "ningún episodio de agresividad".

Finalmente, el responsable de la empresa que reparó la ventana por la que se precipitó la mujer, ha ratificado que en el espacio de apertura "entra perfectamente una persona"; y, a partir de una fotografía, ha manifestado que la ventana tuvo que sufrir "un golpe muy fuerte" o colgarse de ella una persona, pues aguanta hasta 50 kilos -lo que coincide con el peso de la mujer-.

EL MATRIMONIO

Por otro lado, la prima del acusado ha confirmado que el hombre estaba en tratamiento psiquiátrico y fue ingresado en el Hospital Álvaro Cunqueiro porque "estuvo mal", si bien ha mantenido que fue su esposa la que insistió en ir a buscarlo para que le diesen el alta porque "ella quería estar con él y él con ella".

"Él decía que tenía muchos pinchazos y dolor de cabeza, que María José y la sobrina de Portugal le estaban envenenando, que veía gente que le seguía", ha manifestado, a colación de lo que ha recalcado que aconsejó "muchas veces que le ingresaran, pero ella quería estar con él".

Además, tras asegurar que el matrimonio "no se llevaba nada bien", ha trasladado que él "estaba sin medicación desde que salió del hospital", y, en referencia a los supuestos envenenamientos, ha reflexionado: "Se le debió de cruzar un cable, o yo qué sé".

Finalmente, acerca de la fallecida, definida por la Fiscalía y las acusaciones como una persona sin "suficiente fuerza" y con pluripatologías, la prima ha dicho que "si no hacían lo que quería, se enfadaba", que "adonde iba él, ella iba detrás", y que ella "hacía todo en casa, salía a comprar e iba a todos los sitios" y ha apuntado que, en su opinión, si usaba bastón era "para defenderse".

PETICIONES

El fiscal acusa al marido de un delito de homicidio con la agravante de parentesco, si bien pide aplicar la eximente completa de enajenación mental por estar afectado por una ideación delirante de daño/perjuicio de tipo persecutorio centrado en su mujer, y pide que se le interne en un centro psiquiátrico penitenciario durante no más de 15 años.

La acusación particular -ejercida por el hijo- y la acusación popular -ejercida por la Xunta- piden que sea condenado a prisión permanente revisable y a indemnizar al hijo en 150.000 euros por un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento. Finalmente, la defensa pide la libre absolución o, en caso de que no se contemple así, que se le condene por homicidio.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento