Ese día, y aunque este año la fiesta de Económicas se ha cambiado de fecha, está previsto que miles de universitarios, y otros estudiantes de institutos, se concentren en los jardines que rodean la facultad para celebrar un gran botellón.

Ante la imposibilidad de prohibirlo y de cerrar las instalaciones, puesto que es día laborable, se ha decidido apostar por una solución intermedia que permita que los alumnos estén en el exterior, pero evite que entren en las instalaciones universitarias a los que no tengan nada que ver con la docencia.

La decisión se ha tomado tras la petición de varios centros que tenían problemas durante esta fiesta multitudinaria y después de que un joven resultara herido en la fiesta de Arquitectura.

La Policía, en el exterior

Debido a que el botellón se desarrollará en los jardines, es decir, dentro de las instalaciones de la Universidad de Valladolid, la Policía no puede intervenir ni actuar en esta zona a menos que el rector, Evaristo Abril, de su permiso. Aun así, en años anteriores varios agentes han controlado que los estudiantes no salieran de los jardines con alcohol ni bebieran en la calle.

Este año, previsiblemente, volverán a vigilar la zona.