Tiene unos 40 millones de seguidores en Twitter, donde difunde y condensa su pensamiento filosófico y espiritualidad en 140 caracteres gracias a que es un sumo pontífice directo y de discurso breve: ahora, más allá del ciberespacio, los tuits del Papa Francisco viajan al libro Píldoras para el alma.

El periodista Juan Vicente Boo, corresponsal en el Vaticano desde hace casi 20 años, ha "rescatado y ordenado" en un libro las "perlas" lanzadas por Francisco en esa red social.

Son "tuits para rezar", Píldoras para el alma (Ed. Espasa) es el "primer libro de espiritualidad que nace en las redes sociales", ha explicado este lunes Boo en una rueda de prensa.

El periodista ha incidido en que este papa, que ha "cambiado y multiplicado la comunicación vaticana", es directo y prefiere los discursos breves: "Su modelo es el Evangelio y el Evangelio es muy tuitero".

"Comunica con mucha fuerza porque todo el mundo se da cuenta de que es sincero", ha sostenido Boo, quien ha descrito los tuits de Francisco como "tremendamente ricos, clásicos y humanos".

"Son ideales para rezar porque te hacen mirar hacia ti mismo y a Dios" y ayudan a "salir de la infinita nube de temas superficiales que nos atenazan cada día", ha añadido.

Boo ha resaltado que los tuits del papa -que él elabora y sus colaboradores vuelcan en Twitter en nueve idiomas- tienen "efectos terapéuticos" y destacan en un ambiente en el que suelen primar los mensajes "agresivos, distantes y divisivos".

La alegría, el amor, la coherencia, la confesión, la misericordia, la solidaridad, la ternura, el trabajo y la vida son algunos de los temas más recurrentes de Píldoras para el alma.

Según Boo, que es corresponsal de ABC en el Vaticano desde hace casi 20 años, el trabajo de Francisco es el "más difícil del mundo" porque tiene que ser estadista, diplomático y profeta.

Pero, "sobre todo, es "líder espiritual" y es en esa faceta en la que incide este libro.

Un volumen que Francisco nunca leerá, pese a ser su autor, ya que "no lee nada de lo que se publica sobre él": "No se mira a sí mismo, es alérgico a los elogios. (...) Tiene miedo a ser vanidoso", ha subrayado el periodista.