La Biblioteca Municipal fue el punto de inicio de la fiesta, según ha informado el Ayuntamiento, a las 17,00 horas, la tradicional hora del Cuentacuentos, cuando los más pequeños pudieron escuchar historias de Halloween enfundados en sus disfraces favoritos.

Algo más tarde, el Parque Joaquín Ruíz Jiménez se llenó de caretas, muppets y postales aterradoras. Numeroso público se acercó hasta el lugar para disfrutar, además, de un menú especial para zombis, acompañado de música vampírica.

A las 19,00 horas, la Plaza del Ayuntamiento cobró protagonismo con una gran Gymkhana destinada al público joven. Numerosas pruebas han conformado una propuesta en la que los ganadores han obtenido suculentos premios. Además, durante el transcurso de la competición, no dejó de funcionar el Taller de Maquillaje, que fue dando vida a nuevos componentes del siniestro cortejo que recorrió las calles y parques tomareños. Un gran concurso de disfraces puso el punto final a la etapa que continuó, en otro conocido espacio.

El parque de minigolf fue el lugar escogido para poner un poco de glamour a la jornada. La payasa Yupita hizo de maestra de ceremonias en un particular desfile del horror, donde pudieron verse algunos de los disfraces más originales y mejor preparados de la jornada.

El fin de fiesta ha tenido lugar en el Parque de la Música que, haciendo honor a su nombre, se ha convertido en una fantasmal discoteca en cuya diabólica pista de baile agotaron sus últimas energías los adictos a la Noche de Difuntos.