La policía japonesa ha hallado partes de al menos nueve cadáveres en un apartamento de Zama, al sur de Tokio, y ha detenido al inquilino de 27 años que se ha declarado responsable de las muertes, informaron medios locales.

El detenido, identificado como Takahiro Shiraishi, ha confesado ser responsable del asesinato de las víctimas halladas y ha afirmado que también trató de "ocultar los cadáveres", señalaron las antes citadas fuentes a la cadena nipona. No obstante, había conservado las cabezas de nueve personas diferentes dentro de neveras portátiles.

Las autoridades encontraron los restos humanos en la vivienda ubicada en la prefectura de Kanagawa mientras investigaban la desaparición de una joven de 23 años originaria de Tokio, dijeron fuentes policiales a la cadena estatal NHK.

El detenido había contactado con la desaparecida a través de un foro para personas que desean suicidarse y la habría llevado a su domicilio la semana pasada. La joven había publicado previamente un mensaje a través de Twitter en el que decía que buscaba a alguien para quitarse la vida junto a ella, informó la agencia nipona Kyodo.

El lunes de la semana pasada, ambos tomaron juntos un tren en la estación tokiota de cercanías de Hachioji con dirección al domicilio del sospechoso, según muestran imágenes captadas por cámaras de seguridad.

La policía comenzó a inspeccionar el domicilio de Shiraishi en la víspera y desde entonces ha hallado allí las cabezas, miembros y otros restos humanos de nueve personas diferentes (ocho mujeres y un hombre) dentro de cajas y neveras portátiles, informó el diario nipón Asahi.

Las autoridades también hallaron una sierra con la que creen que el sospechoso desmembró los cadáveres en la bañera de su piso, mientras que el detenido admitió haber tirado a la basura otros restos humanos.

El inquilino llevaba dos meses residiendo en el apartamento y ha sido detenido por su supuesta vinculación con la desaparición de la joven y por haber intentado deshacerse de los cadáveres, un cargo que presentan habitualmente las autoridades mientras reúnen pruebas suficientes para iniciar una acusación por homicidio.