Cualquier malagueño podrá seguir en vivo las labores de los arqueólogos, que pretenden dejar al descubierto restos fechados entre el siglo VII  a. C. y principios del xx en el entorno del teatro romano.

Seis meses llevará a los especialistas tamaño objetivo, aunque los directores de las excavaciones, Manuel Corrales y Carmen Peral, esperan encontrar en un nivel muy superficial, prácticamente al retirar el asfalto, restos de factorías romanas de salazones y de piletas de garum, el condimento alimenticio que se exportaba de aquí a las principales ciudades del imperio.

Con toda la información que se saque, y según la importancia de los restos que se encuentren, la Gerencia de Urbanismo diseñará la nueva urbanización de la calle Alcazabilla, ubicada entre el teatro romano y el Museo Picasso. Ayer comenzó allí la excavación de las zanja, de 55 metros de largo por 12 de ancho, en la que trabajarán a destajo cinco arqueólogos.