'Los pájaros cantan en Kigali', la restauración de las almas tras la violencia del genocidio en Ruanda

  • Las protagonistas de 'Los pájaros cantan en Kigali' deben emprender un proceso de sanación y restauración de sus almas tras la violencia sufrida en el genocidio de Ruanda, el intento de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hutu en 1994.
Fotograma de 'Los pájaros cantan en Kigali'
Fotograma de 'Los pájaros cantan en Kigali'
SEMINCI
Fotograma de 'Los pájaros cantan en Kigali'

Este conflicto bélico ha servido al matrimonio de directores polacos Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krauze -quien falleció poco antes de comenzar el rodaje- como telón de fondo para retratar el "estrés postraumático" que la sociedad ruandesa ha vivido de espaldas al mundo en una película que se ha proyectado en la 62 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Claudine Mugambira, de origen tutsi, es la hija de un célebre ornitólogo asesinado durante el genocidio. Tras su muerte, Anna Keller, compañera durante años del padre de Claudine en el estudio de los buitres en Ruanda, la ayuda a huir a su Polonia natal para evitar que corra el mismo destino que su padre.

De vuelta en su país, las atrocidades que ha presenciado Anna le impiden soportar el transcurso lento y pacífico de la existencia y la indiferencia de Europa respecto a los crímenes de Ruanda.

Por esa razón, siente la necesidad de cambiar por completo su vida y romper con ese doloroso pasado, pero no puede lograrlo con Claudine presente. El ritmo lento del filme, en el que reinan los planos fijos y una narración fragmentada, pretende reflejar el "estrés postraumático" de la sociedad ruandesa.

La directora ha huido así de una simple "reconstrucción del violento conflicto", algo que no considera "ético". Tampoco se habla de un "proceso de reconciliación", puesto que Joanna Kos-Krauze no cree en el perdón. "Todo enfrentamiento comienza con palabras y termina con lágrimas", ha sentenciado la realizadora polaca.

Asimismo, ha destacado la labor de las mujeres en la reconstrucción de Ruanda, pues se han centrado en la "paz, la educación y la sanidad". Una fuerte presencia femenina que se personifica en Anna y Claudine, dos mujeres "muy interesantes" que experimentan una gran evolución psicológica.

LOS DIRECTORES

Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krauze han trabajado en equipo como guionistas y directores durante más de veinte años y son los autores de numerosos documentales y largometrajes de éxito.

Kos-Krauze (1972) estudió Filología Polaca y Literatura Hebrea en la Universidad de Varsovia; Krauze (1953-2014) se graduó por la Lodz Film School. La próspera colaboración de esta pareja artística se inició con 'La deuda' (1999), que participó en la 47 Semana dentro de la sección País Invitado dedicada a Polonia, y con películas para televisión como 'Wielkie rzeczy'.

Posteriormente realizaron producciones ampliamente reconocidas a nivel internacional: 'Mi Nikifor' (2004), premiada en Karlovy Vary, Chicago, Denver o Valladolid, donde Krystyna Feldman fue la mejor actriz en la 50 Semana; 'Plaza del Salvador' (2006), Espiga de Plata y premio a la mejor actriz para Jowita Budnik en la 52 Semana, y galardonada en Camerimage y Trieste; o 'Papusza' (2013), que se hizo con la mención especial del jurado en Karlovy Vary, los premios al mejor director, mejor actor para Zbigniew Walerys y el Premio de la Juventud en la 58 Semana, o el premio Open Horizons en el festival de Salónica, entre otros.

Krzysztof falleció prematuramente en 2014 mientras ambos trabajaban en 'Los pájaros cantan en Kigali'.

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