El operario, que estaba a punto de jubilarse según sus compañeros, se encontraba dentro de una zanja de 2,5 metros de profundidad cuando se produjo un corrimiento de tierra que le sepultó prácticamente hasta el cuello. Finalmente, murió «por aplastamiento y asfixia», según el primer informe de Osalan.

El hombre trabajaba para la empresa Excavaciones Sierra Miranda, de Miranda de Ebro, en Burgos.

Con ésta son ya 77 las víctimas mortales por accidente laboral en lo que va de año en Euskadi.

Los sindicatos vascos criticaron ayer la precariedad laboral «en la que la patronal nos obliga a trabajar, causa principal de los accidentes de trabajo», según LAB. Tanto esta central como ELA han convocado hoy sendas concentraciones en Vitoria en protesta por esta nueva muerte.