Acompañados por la delegada territorial de Fomento y Vivienda de la Junta en Granada, Mariela Fernández-Bermejo, han realizado un recorrido desde la parada de Dílar hasta la estación soterrada de Recogidas, donde se ubica la oficina de atención a los usuarios, según ha informado la administración autonómica en una nota de prensa.

Fernández-Bermejo, que ha supervisado la implantación de las medidas de accesibilidad durante la etapa constructiva y de puesta en servicio del metro de Granada, ha señalado que "la movilidad es un derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas" y que "el servicio público de transportes debe garantizar la movilidad urbana a los colectivos con distintas capacidades, de manera segura y eficaz".

El metro responde al concepto de sistema de transportes de accesibilidad universal, es decir, pensado para personas de todas las edades y todas las capacidades.

En cuanto a la infraestructura, principalmente paradas subterráneas y marquesinas, el metropolitano ha diseñado estos equipamientos con criterios de accesibilidad, al objeto de que el conjunto de los usuarios, incluyendo las personas con movilidad reducida, puedan hacer un uso cómodo y confortable evitando barreras arquitectónicas.

De esta forma, en el caso de las paradas en superficie, los andenes cuentan con rampas de acceso. En el caso de las paradas subterráneas -Méndez Núñez, Recogidas y Alcázar Genil-, cuentan con "sistemas de escaleras mecánicas y ascensores desde el nivel de calle hasta los andenes, donde se accede a los trenes".

Los vehículos del metropolitano de Granada son de "piso bajo continuo". Esto significa que están a la misma altura del suelo del andén y no hay que salvar ningún desnivel para acceder a ellos.

De esta forma, se facilita la entrada a los trenes, no solo a personas de movilidad reducida, sino a carros de la compra, de bebés y bicicletas. El interior de los trenes cuenta con espacio reservado debidamente señalizado.

En cuanto a los sistemas de información y señalización, el metropolitano de Granada, que fue concebido como una infraestructura accesible desde sus primeras fases de proyecto, garantiza el uso de las máquinas expendedoras de tickets por las personas con distintas capacidades, así como el recorrido por las instalaciones con facilidades como los recorridos "podotáctiles, que diferencian colores y pavimentos en las estaciones".