Kore-eda: "Hay delitos que no se juzgan porque la sociedad desvía la mirada"

  • El cineasta japonés se pasa al 'thriller' con su nueva cinta, 'El tercer asesinato'.
  • La película comienza con el asesinato de un hombre cuyo cadáver es quemado.
  • Kore-eda afirma entre risas que no se va a pasar al cine social.
El director Hirokazu Kore-eda, en el Festival de Cannes de 2013.
El director Hirokazu Kore-eda, en el Festival de Cannes de 2013.
GTRES
El director Hirokazu Kore-eda, en el Festival de Cannes de 2013.

El cineasta japonés Hirokazu Kore-eda ha dado el salto al thriller con El tercer asesinato, una película que rompe los esquemas del maestro de las relaciones familiares y lanza al espectador un reto más complejo: "Como sociedad, ¿juzgamos todos los delitos o, ante algunos, preferimos desviar la mirada?.

"En realidad, no decidí hacer un thriller, me salió un thriller", confiesa el director en una entrevista realizada en el marco del 65 Festival de San Sebastián donde presentó la película, que ahora se estrena en los cines españoles.

Kore-eda explica que, en su nuevo largometraje, quería hablar sobre la justicia, pero "en el sentido de cómo la sociedad juzga a la gente y cómo es juzgada. Elegí a un abogado, porque es el personaje que más se relacionaba con ese tema, y lo uní a un caso de asesinato; en realidad el argumento es bastante simple", apunta.

La película comienza con el asesinato de un hombre, cuyo cadáver es quemado por su asesino. Lo que parece ser un caso sencillo se complica por las mentiras de todas las personas implicadas en una historia que se desarrolla principalmente en la sala del Tribunal donde se juzga al presunto asesino quien, según avanza la trama, va pareciendo menos culpable, aún cuando el espectador está seguro de haberle visto cometer el crimen.

Aunque no es la primera vez que Kore-eda se sale de sus habituales meditaciones reflexivas sobre asuntos de familia, muerte y memoria, -en 2006, contó una historia de samurais en Hana y después, en 2009, jugó con lo fantástico en Air Doll-, sí es la primera que decide sumergirse en el árido terreno del drama judicial.

Ante el tema elegido, y aunque le encanta Lars von Trier, dice, el director de Kiseki (Milagro, 2011), afirma entre risas que no se va a pasar al cine social; sí avanza que volverá a trabajar con su actriz fetiche, la octogenaria Kirin Kiki, en un proyecto que "ya tiene en mente" y que mezclará "el drama familiar con un crimen de por medio".

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