El Obispado de Córdoba ha tenido que intervenir por segundo año consecutivo a favor de las dos costaleras de la Hermandad de Los Dolores, cofradía que el pasado domingo decidió de nuevo no permitir la participación conjunta de mujeres y hombres para cargar los pasos en Semana Santa.

La Diócesis revoca la medida de la hermandad e insta a arbitrar las medidas necesarias para que las dos féminas, Elisa Márquez y María Jesús Castón, puedan formar parte de las cuadrillas de costaleros, si así lo desean ellas.

El vicario general de la Diócesis, Mario Iceta, señala que “no se pueden conculcar los derechos históricos alcanzados por estas mujeres”, teniendo en cuenta que ellas llevan algunos años cargando con el peso de la Virgen de Los Dolores en la procesión del Viernes Santo.

Desde el Obispado también se fundamenta esta decisión en que “no podemos permitir que haya una discriminación por sexos” en las cofradías. Para evitar problemas futuros, la Iglesia ha elaborado una normativa que recoge esta postura respecto a las cuadrillas mixtas de costaleros.

Iceta señala que “este asunto debería haberse resuelto en el seno de la hermandad siguiendo las enseñanzas recogidas en el Evangelio”.

También criticó al hermano mayor de Los Dolores, Manuel Herreros, a quien acusó de incurrir en “una falta de respeto hacia la Diócesis” por incluir en el orden del día de la asamblea del pasado domingo la votación sobre la conveniencia de la presencia o no de mujeres bajo los pasos. “Él sabía antes de ese día lo que decía esta normativa que hoy damos a conocer”, resalta el vicario.

Esta polémica se ha reabierto nueve meses después de que la hermandad prohibiera a las dos costaleras volver a estar con el resto de hermanos en las cuadrillas. En ese momento, la junta de gobierno de la cofradía justificó su decisión en la menor fuerza física de las féminas y en los “roces” que se generaban bajo las trabajaderas.

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