La iglesia de Santiago el Real acomete estos días una de las obras más urgentes que requiere, según informa el Diario La Rioja .

Se trata de la recuperación del edificio que alberga la sacristía y la sala capitular. En este cuerpo anexo al templo, la techumbre se encontraba tan deteriorada, e incluso hundida en alguna zona, que el agua de lluvia y las humedades se habían recreado en exceso en su interior y con su mobiliario.

Los arreglos pasan por sustituir el tejado por otro nuevo y restaurar el interior de ambas salas. De hecho, la vieja cubierta ya se ha retirado y ayer se empezó a instalar la estructura de hierro que sustentará la nueva techumbre.

Los trabajos concluirán dentro de un par de meses o tres, aunque -como ayer apuntaba el párroco de Santiago, José Ignacio Díaz Pérez- «esperamos que las obras terminen cuanto antes, porque en esta época es difícil tener un edificio sin tejado».

También se está restaurando el mobiliario básico de la sala capitular, un banco corrido del siglo XVIII que ni siquiera se conserva completo. Esta estancia, hoy dedicada a sala de reuniones y despacho, albergaba además una serie de cuadros de personajes ilustres y de imaginería religiosa «de muchísimo valor pero en un estado lamentable», reconoce el párroco. Su restauración, sin embargo, tendrá que esperar ya que el templo tiene otras prioridades, como renovar su instalación eléctrica.

Convenio con Ibercaja

El presupuesto de rehabilitación de la sala capitular y la sacristía oscila entre los 150.000 y 170.000 euros.

Ibercaja aportará 60.000 euros, gracias al convenio suscrito ayer entre su director territorial, José Luis Ollero, y el párroco de Santiago; el Ayuntamiento logroñés colabora con 40.000 euros, y el resto lo aportará la propia parroquia a través de los donativos de sus feligreses.

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